En el verano del 2018, Kylian Mbappé dejó al Mónaco para fichar por el PSG. Fue la joya de la corona para los dueños qataríes del equipo, en busca del único objetivo que les ha eludido por más de una década: la Champions.
Objetivo que siguen sin tachar, porque el PSG no ha ganado la Liga de Campeones. Llegaron a una final, en 2020 en medio de la pandemia, pero el Bayern del sextete les negó la ‘Orejona’. Una eliminación en semis y otro par en octavos les siguieron hasta el 2024, en el que están en cuartos de final, pero con desventaja 2-3 ante el Barça tras perder la ida en el Parque de los Príncipes.
A los culés nada les gustaría más que cobrar una venganza personal con Kylian, quien en 2021 fue responsable directo de que Leo Messi terminara su etapa en la Champions como culé.
Hace tres años, en octavos, el PSG venció con un contundente 5-2 en el global, pero todo lo dejaron resuelto en los primeros 90 minutos, cuando los parisinos ganaron 4-1 en el Camp Nou, con hat trick de Mbappé pese a que Leo abrió el marcador. En la vuelta, Kylian sumó su cuarto gol de la eliminatoria.
Fue una humillación más para los culés en la Champions, que venían del 8-2 en Lisboa y de las remontadas sufridas contra la Roma y Liverpool. Luego vendrían penurias todavía peores, porque acabaron en la Europa League las siguientes dos ediciones.
El Barça tiene todos los ingredientes para cobrar venganza el martes, ahora en el Estadi Lluís Companys y acabar la última oportunidad del PSG con Mbappé.
