Yassine Bono acaba de ganar un título con su nuevo club, el Al Hilal saudí. Se trata de la Supercopa del país árabe. El portero no deja de coleccionar trofeos, desde que arrancase a ganarlos con la camiseta del Sevilla. Por eso mismo ha querido aprovechar la invitación de los medios oficiales para recordar su paso por Nervión y esa salida en verano rumbo a Arabia Saudí, con un contrato muy importante, aunque ese no fuese el principal motivo para decir adiós. Bono ha reconocido que el último año fue duro: "No estaba bien, no era yo". "Llegué al ultimo año con problemas familiares. Tuve que sacar fuerza y toda mi experiencia, pero no podía porque anímicamente no podía seguir aquí. Necesitaba un cambio para mi salud mental", aseguró.
Una salida que le reportó al Sevilla por encima de los 20 millones de euros y que se produjo después de caer en la Supercopa de Europa por penaltis ante el Manchester City. Unos meses antes, en otra final y por penaltis, Bono se convertía nuevamente en héroe sevillista contra la Roma en Budapest. Pese a ello, Bono recuerda con cierto amargor lo vivido en su último año en el Sánchez-Pizjuán: "No se puede estar en un lugar sabiendo que no se puede estar. Tenía muy poca vida. Entrenar, sacar al perro, dormir siesta y pensar en el entrenamiento del día siguiente".
"Cuando vi que no tenia la energía para seguir dándole todo al club se me presentó la oportunidad de salir. Si me hubiera quedado mi rendimiento no hubiera sido igual", añadía el marroquí. "Eso es amor por el club, es más honesto no estar cuando no puedes dar lo que se necesita", resumía. Porque el Sevilla le ha dado mucho al portero, igual que él al club andaluz. Ha alcanzado el estrellato con esa camiseta y es un club que jamás podrá olvidar. "Todo lo que me dieron fue algo increíble, eso me lo voy a guardar para siempre. Los quiero mucho y aquí tienen y tendrán un hermano que ama al Sevilla como ellos. Mientras estemos aquí nunca dejaremos que el Sevilla se hunda de una forma u otra", finalizó.
