Reforzar el eje de la medular. Ese es, sin duda, el gran objetivo que se ha fijado el FC Barcelona de cara al curso que viene. Los culés desean incorporar un mediocentro que pueda convertirse en el heredero de quien, hasta el pasado verano, fue el líder de la parcela ancha, el catalán Sergio Busquets.
Entre los grandes anhelos de la entidad, junto al vasco Martín Zubimendi (Real Sociedad), sigue despuntando Joshua Kimmich. El germano gusta por su talento, capacidad de trabajo, experiencia acumulada y polivalencia, cualidad que le habilita para jugar con soltura como lateral derecho.
Operación costosa
En la actualidad, el de Rottweil mantiene contrato con el Bayern Múnich hasta junio de 2025. Los bávaros llevan tiempo tratando de renovarle, pero lo cierto es que la negociación no avanza por el camino deseado. Tanto es así que, según cuenta Bild, sus mandatarios ya han comenzado a plantearse la idea de una venta veraniega en caso de que no dé su visto bueno a la oferta presentada.
El Barça, como es lógico, se mantiene muy atento a la evolución de los acontecimientos. Eso sí, tal y como indica Sport, la directiva sigue creyendo que, aunque el escenario se vuelva favorable para un traspaso, su contratación no resultará en absoluto sencilla. "La operación se ve sumamente complicada en el Camp Nou por el precio de salida que impondría el Bayern -unos 75 millones de euros- y por la competencia que habrá por el jugador. En la Premier, Arsenal, United y City están también muy atentos a lo que sucede con su futuro", asegura.