Checo Pérez sigue pendiente de resolver su futuro. Aunque desde Red Bull ya han dicho por activa y pasiva que el piloto mexicano va a seguir una temporada más, falta la confirmación definitiva de la noticia, confirmación que no puede tardar en llegar.
Red Bull tiene una gran estructura y cuenta con Daniel Ricciardo como posible alternativa al asiento del piloto mexicano, pero nadie discute que ahora mismo el que toma las decisiones en el equipo austriaco es Max Verstappen.
El actual campeón del mundo es quien tiene la última palabra con respecto a quién será su acompañante nuevamente, pero tras el malestar del entorno del holandés al principio de temporada con Checo, en las últimas carreras todo ha cambiado, ya que el piloto mexicano no ha sido un problema para él.
Un poder total
El poder de Verstappen en estos momentos es total y, salvo que él diga lo contrario, en principio parece prácticamente seguro que volverá a tener a Checo como compañero de equipo. Otra cosa es que Checo esté dispuesto a aceptar una vez más ese papel de secundario en Red Bull. Si Sergio Pérez acepta ese rol, parece casi seguro al ciento por ciento su continuidad una temporada más, pero siempre con la amenaza de tener a Ricciardo dispuesto a ocupar su sitio. Por eso, está en manos de Verstappen, un campeón al que ahora mismo no le tose nadie.