Hace cuatro meses en el Nápoles reinaba la euforia tras conquistar el tercer 'scudetto' de su historia, pero la sorprendente marcha de Luciano Spalletti al acabar la temporada dejó al equipo sin el entrenador que sentó las bases del monumental éxito.
Hoy en el Nápoles, próximo rival del Real Madrid en Champions el próximo 3 de octubre, la situación es muy diferente. Es séptimo en la Serie A, a siete puntos del imparable Inter, tras lograr solo dos triunfos en las cinco primeras jornadas.
Esta tarde en Bolonia encadenó su tercer encuentro liguero sin ganar (0-0), una racha que empezó con derrota en el Diego Maradona ante el Lazio (1-2) y otro empate la semanada pasada en su visita al ascendido Genoa (2-2).
Rudi Garcia, relevo de Spalletti, ya está cuestionado y hoy no se le ha ocurrido otra cosa que sustituir a Khvicha Kvaratskhelia y Victor Osimhen, los dos grandes artífices del 'scudetto'. El georgiano no rechistó pero el nigeriano, que había lanzado fuera un penalti pocos minutos antes, no encajó bien el cambio y protestó al técnico su decisión cuando abandonaba el campo para dejar su plaza a Giovanni Simeone.
Además de decirle algo a Rudi Garcia, Osimhen le mostró un 2 con los dedos. Un gesto que en Italia ha sido interpretado como una manera de expresar que habría querido seguir jugando con otro punta, en este caso Simeone.
El precedente de Kvaratskhelia
La polémica está servida. Hay tensión en Nápoles apenas cuatro meses después de la histórica coronación como campeón de Italia. Ya en la anterior jornada, Kvaratskhelia expresó su contrariedad a Rudi Garcia cuando en el minuto 89 del partido ante el Genoa. En su caso el georgiano hizo un gesto con el que parecía decir "pero qué haces".
