En un desenlace de auténtico infarto, el conjunto londinense se ha llevado el gato al agua en el Eden Arena de Praga. Todo ello gracias a la agónica diana convertida por el brillante Jarrod Bowen.
La hora de la verdad ha llegado para las dos escuadras que se han citado en la gran final de la Conference League. Después de la victoria del Sevilla ante la AS Roma (por penaltis) en la Europa League, es el turno de Fiorentina y West Ham United en este otro entorchado continental. Una batalla que, al menos sobre el papel, se vaticinaba realmente disputada entre ambos conjuntos. A buen seguro, los focos estarían puestos en un choque celebrado en Praga.
Vincenzo Italiano se decantaría de entrada por un Pietro Terracciano que sería el encargado de echar el cerrojo a sus dominios en el elenco transalpino. Un cancerbero que, además, quedaría custodiado a las mil maravillas por cuatro piezas del nivel de Dodô, Nikola Milenkovic, Luca Ranieri y Cristiano Biraghi. El doble pivote sería para Sofyan Amrabat y Rolando Mandragora, permitiendo que Christian Kouamé, Giacomo Bonaventura y Nico González se asociasen con Luka Jovic.
Por lo que respecta a la disposición táctica de David Moyes, tendría en su portería a un Alphonse Aréola recordado por los seguidores de Villarreal, Real Madrid y PSG. Por delante, la zaga estaría compuesta por Vladimír Coufal, Kurt Zouma, Nayef Aguerd y Emerson Palmieri. Pasando a la parcela ancha, disfrutaría de la calidad de Tomas Soucek, Declan Rice y Lucas Paquetá. En busca del gol, el tridente ofensivo de Jarrod Bowen, Michail Antonio y Saïd Benrahma.
Jarrod Bowen da la corona al West Ham United
La primera mitad sería bastante trabada, incluso se podría decir que accidentada porque el juego se detendría durante unos minutos. Todo ello porque un objetivo lanzado desde la grada de los Hammers impactaría sobre Biraghi, provocándole una pequeña brecha. En cuanto al duelo, se intercalaban las llegadas en ambas áreas, pero sin apenas ocasiones de gol. Jovic perforaría el fondo de las mallas de su rival justo antes del descanso, pero la diana no sería válida por posición antirreglamentaria en el Eden Arena.
Al volver del túnel de vestuarios, el club de la Toscana llevaría ligeramente la iniciativa a través de la posesión del esférico. Se podía hablar de mucho ruido y pocas nueces, aunque todo cambiaría al alcanzar la hora de encuentro. A saber, el trencilla decretaría una pena máxima (a instancias del VAR) que sería transformada por Benrahma para los londinenses (0 – 1). No obstante, la reacción del equipo viola sería inmediata con la diana de Bonaventura (1 – 1). Cuando todo hacía indicar que nos iríamos a la prórroga, Bowen sería el factor diferencial de un West Ham que conquista la Conference (1 – 2).
