La primera noche de Kylian Mbappé como capitán de la selección francesa no pudo tener mejor desenlace. El delantero del PSG firmó una actuación inmaculada contra Países Bajos, marcando dos goles y otorgando una asistencia a Griezmann, con el que zanjó una polémica que en realidad no existió en apenas dos minutos y con el que se dio un efusivo abrazo para dejar claro que la relación entre ambos es inmejorable.
Días después, el talento de Bondy fue entrevistado por Telefoot respecto a su estreno como capitán de la subcampeona del mundo. “No quiero ser un capitán que dirija. Hay que pensar en el equipo antes de todo. Tenemos muchos jugadores importantes dentro de la selección francesa. El objetivo de ser capitán es de no cerrar las puertas a otros jugadores para que hablen. Soy el enlace entre la nueva generación y la antigua”, declaró en los micrófonos del prestigioso programa francés.
Al referirse a “tenemos muchos jugadores importantes”, Mbappé puso de ejemplo a Giroud y Griezmann, futbolistas que encarnan la veteranía y la experiencia de la antigua generación francesa. El internacional francés, además, resaltó lo emocionante que es ser capitán de su país. “Ser capitán de tu país es siempre algo simbólico. Representas a millones de franceses. Ahora mismo soy el representante del equipo que, a su vez, representa a todo un país. Es algo grandioso, porque me acuerdo de cuando era pequeño”.
Finalmente, el canterano del Mónaco se fijó los objetivos a corto plazo: “El objetivo ahora mismo es clasificarse para la Eurocopa de 2024 y después intentar conquistarla. Después, respecto a la capitanía, piensas en muchos jóvenes que están delante de la televisión y se preguntan cómo vamos a jugar para ganar. Hay muchos jugadores que se han ido de la selección, hay que sustituirlos e intentar mejorar para ganar títulos”.
El programa Telefoot, que se emite cada domingo en TF1, informó de que el martes, cuando Griezmann recibió la noticia de que no sería capitán, Kylian Mbappé mantuvo una conversación con el jugador del Atlético de Madrid y ambos pasaron la tarde juntos. La decepción que sufrió ‘Grizou’ se esfumó en apenas horas. Ambos, decisivos ante Países Bajos, antepusieron el bien común, el de la selección francesa, por encima de cualquier ego. Una relación cordial, basada en el respeto y que apenas se truncó después de la decisión de Deschamps.
