La precocidad no va de la mano con la consagración. Bojan Krki?, quien rompió muchos registros apenas saliendo del cascarón, anunció su retirada este miércoles con 32 años. El catalán celebró su acto de despedida del fútbol profesional en el Camp Nou, donde comenzó su historia a los ocho años. Durante su etapa embrionaria como jugador se convirtió en uno de los máximos goleadores de la historia del club con más de 800 goles.
Fueron sus grandes actuaciones y su desarrollo a pasos agigantados en la cantera azulgrana lo que le hizo debutar, de la mano de Frank Rijkaard, con el primer equipo el 24 de abril de 2007 con tan solo 16 años en un encuentro amistoso, precisamente, en esa fecha llegó su primer gol como culè. La temporada 2007-2008 se unió de manera oficial a la disciplina del primer equipo a las órdenes de Frank Rijkaard, entrenador que más le ha marcado en toda su carrera, según afirmaba el delantero catalán en su despedida del fútbol.
Su debut oficial llegaría el 16 de septiembre de 2007 ante Osasuna, convirtiéndose en el tercer jugador más joven en la historia del Barça en debutar, y, su primer tanto oficial sería ante el Villarreal el 21 de octubre de 2007, lo que le convirtió en el jugador más joven de la historia en anotar con el primer equipo del conjunto barcelonista. También, fue el segundo goleador más joven de la historia de la Champions con 17 años y 217 días tras marcar ante el Schalke 04.
Esta precocidad le lanzó al escaparate del fútbol mundial generando muchísimas expectativas, sobretodo en Can Barça, en una época con necesidad de ilusión. Su primer año como profesional fue exitoso a nivel personal con 10 goles a sus espaldas, lo que le llevó a debutar con la selección española el 10 de septiembre del 2008. Sin embargo, en su segundo año en el primer equipo del Barça vivió la cara negra del deporte con una lesión que le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante casi toda la temporada. Desde aquel momento no volvió a ser el mismo.
Tras cuatro temporadas en el conjunto azulgrana y 41 goles, el 44% de toda su carrera, decidió marcharse de lo que consideraba su casa para empezar una nueva etapa. En 2011 se fue con Luis Enrique a la Roma, para recalar más tarde en Milán y Ajax sucesivamente acumulando cesiones. En 2014 llega al Stoke y cuando parecía volver su mejor versión una nueva lesión le alejo del verde. En 2017 se marcharía al Mainz 05 seis meses y luego fichó por el Alavés. Esta aventura le convirtió en el primer español de la historia en anotar en las 5 grandes ligas europeas y, con los deberes hechos, decidió cambiar de continente para probar suerte en el Montreal Impact donde duraría una temporada.
Finalmente, volvió a cruzar el charco, esta vez hacia Japón donde se encontraría con Andrés Iniesta en el Vissel Kobe. Este fue su último club antes finalizar su etapa como jugador, la cual cuenta con 92 goles en 449 partidos y un gran palmarés con 1 Copa del Rey, 3 Ligas españolas y 2 Champions League entre otros.
Sobre el futuro próximo, Bojan asegura que volverá a ponerse las botas una última vez: “Mi último partido será con la selección catalana. La mayoría de partidos de mi carrera han sido fuera de mi casa y me gustaría poder despedirme con mi gente”. A largo plazo, asegura que le gustaría seguir vinculado al fútbol: “Me he formado a nivel de gestión deportiva y me gustaría formar parte de un club en esta faceta, sobre todo en la parte más humana. Tratando con los jugadores y sus dificultades. Creo que mi experiencia puede ayudar”. También especuló con ser entrenador: “Me sacaré el carnet y ya se verá”.
