La separación entre la Juventus y Paulo Dybala no pudo ser más tensa. Las lágrimas del argentino en el día de su último partido como bianconero desvelaron todas las ganas que tenía de quedarse en el equipo en el que jugó 293 partidos, marcó 115 goles y ganó cinco scudetti, cuatro copas de Italia y tres Supercopas.
El acuerdo para renovar su contrato estuvo muy cerca, pero algo cambió de repente y la que era una historia de amor está terminando, como pasa muchas veces no solo en el fútbol, en los juzgados. El abogado de la Joya, Luca Ferrari, declaró a los fiscales de Turín, que analizaban las cuentas de la Juve por la investigación Prisma, que un juicio por 49 millones de euros contra la Vecchia Signora “no es una posibilidad remota” si antes de que termine abril el club no paga los sueldos todavía pendientes.
Hoy el ‘Corriere della Sera’ y ‘La Repubblica’ publicaron los detalles del caso. Ferrari explicó que un juicio en contra de la Juve es “lo último que quiere Dybala”, pero el argentino no va a renunciar “a los 3,8 millones” de la ‘maniobra sueldos’, que fueron aplazados por razones de balance. El jugador, cuando el club le propuso aplazar cuatro meses de sueldo, le pidió al abogado defenderle con una cláusula gracias a la que, hasta “en caso de muerte” los sueldos aplazados habrían sido “para sus herederos”. A estos hay que sumar la desilusión por la renovación frustrada “cuando la Juve decidió apostar por Vlahovic”.
El acuerdo con Dybala estaba cerrado y “solo faltaba la firma”, tras una negociación muy larga, comenzada en el verano de 2021. Hubo, afirma el abogado, “un problema con los representantes” (Jorge Antun todavía no estaba inscrito en el colegio de agentes) que hizo perder meses hasta que, en enero de 2022, el club cambió sus planes y se reunió con los representantes del jugador. El acuerdo anterior preveía un sueldo fijo de 9,2 millones de euros netos, más unas variables que rozaban los 5 millones de euros. Después de la llegada de Vlahovic, entonces, hubo un “encuentro desastroso” con una propuesta “muy inferior a la antecedente que rompió la relación”. En mayo, los agentes estaban “enfurecidos con la Juve, creían que les había tomado el pelo”, y Dybala tampoco había recibido los 3,8 millones aplazados.
Ferrari, entonces, pidió 5 millones para “pacificar el resentimiento de la familia con el club”, y en julio la Juve respondió con otra propuesta, definida inaceptable: “Tres millones enseguida o cuatro antes de abril 2023, pero sin ningún compromiso escrito”. Si la Juve no paga lo que debe, entonces, para el letrado a Dybala “no le quedará otra que empezar un doble juicio, pidiendo la indemnización del perjuicio por haber rechazado formalizar la renovación del contrato” y también “la indemnización por no haber integrado el contrato como preveía el acuerdo firmado el 28 de abril de 2021″.
Los 49 millones y 497.000 euros son la diferencia entre el sueldo bruto que preveía la renovación con la Juve (69.652.000 millones de euros) y la retribución que percibe en la Roma (20.115.000 millones de euros). Otro caso más en los complicados meses de los bianconeri, que deben defenderse en los juicios deportivos y ordinarios por las supuestas plusvalías ficticias y el aplazamiento de los sueldos de sus jugadores. La audiencia preliminar del caso Prisma tendrá lugar el próximo lunes en Turín.
