Tal vez nadie ha explicado mejor las diferencias entre Sergio Pérez y Max Verstappen que Damon Hill, campeón mundial de Fórmula 1 en 1996.
De acuerdo con el británico, hoy analista de la categoría para Sky Sports, la inestabilidad que se vive al interior de Red Bull Racing es por la amenaza real que representa ‘Checo’ para las aspiraciones del neerlandés.
“Creo que el problema es que Max tiene una personalidad fuerte y, dentro del equipo, se trata de cuánta presión puede poner para asegurarse de que sus aspiraciones al campeonato no se vean interferidas por ‘Checo’ ”, reveló el expiloto en entrevista para el portal especializado Motorsport.com.
“Desde el punto de vista deportivo, creo que (en Red Bull) tienen que dejar que ‘Checo’ tenga todas las oportunidades de luchar con igualdad de condiciones dentro de ese equipo. Porque sé que la presión de los Verstappen, de su papá también, sobre Red Bull será intensa. Estará sacando la carta ‘yo soy tu futuro, toda la oportunidad se construye a mi alrededor’ y buscará sacar ventaja”, añadió.
‘CHECO’ PÉREZ, SIN DEJARSE INTIMIDAR POR MAX VERSTAPPEN Y RED BULL RACING
Además, Hill señaló que la personalidad del tapatío es ideal para resistir la presión ejercida sobre él al interior de la escudería austriaca y que, incluso, le permite contratacar ante situaciones injustas.
“ ‘Checo’ es un tipo seguro de sí mismo. Cuando se fue (a RBR) era una de las pocas personas en las que podía pensar que podría ser lo suficientemente fuerte como para no dejarse intimidar por el equipo hasta la sumisión. Hemos visto a chicos jóvenes ir allí y encontrarse sin amigos y pueden sentirse intimidados y han tenido que irse a otra parte, como Gasly y Albon. Incluso se podría decir que Mark Webber y Daniel Ricciardo lo han experimentado”, apuntó.
“Red Bull es un entorno difícil. No te abrazan y te dicen ‘cuidaremos de ti, no te preocupes’. ‘Checo’ tiene gente a su lado y veremos cómo se desarrolla. Pase lo que pase, los Verstappen no se van a quedar de brazos cruzados. Se vio después de Arabia Saudita que Max estaba... (...) Parecía muy infeliz por cómo fueron las cosas. No les gusta ser segundos”, añadió Damon Hill.
