Como ya sucedió durante la campaña anterior, el Chelsea ha quedado emparejado con el Real Madrid en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Así las cosas, el 14 veces ganador de la orejona será un vibrante desafío en el Viejo Continente para las tropas comandadas por Graham Potter. Dicho lo cual, se enfundaban ahora el mono de trabajo en una Premier League donde están alternando luces y sombras. Por tanto, pretendían llevarse el gato al agua contra el Everton.
La estrategia de Sean Dyche sería bastante clara desde el pitido inicial del trencilla. Como era de esperar, los Toffees se replegarían en su propia parcela del campo con la misión de minimizar las virtudes de su adversario. Por lo que respecta al combinado londinense, era incapaz de generar esas transiciones rápidas con las que poner en apuros al cuadro de Merseyside. Joao Félix abriría la lata (1 – 0), aunque Abdoulaye Doucouré replicaría al luso (1 – 1). Kai Havertz anotaría desde el punto de penalti (2 – 1), aunque Ellis Simms firmaría las tablas en Stamford Bridge (2 – 2).
