Le bastaron 60 minutos en el campo a Mateo Klimowicz para demostrar que es un jugador diferente en el San Luis, el único que se atrevió a algo diferente en este partido ante Santos Laguna, su primera titularidad desde su llegada desde el Arminia de Bielefeld. El argentino se vio atrabancado en algunas ocasiones, pero ofreció ese desequilibrio necesario en un planteamiento defensivo ante un rival peligroso.
Era mejor la visita en los primeros minutos, pero al 31, se juntaron los que saben, Bonatini le puso un bonito balón a Mateo que definió con un disparo sólido que venció a Acevedo. El futbol no es justo, pero siempre sabe sacar ventaja el más listo y San Luis supo pegar primero. Esa chispa que hacía falta la pusieron los dos que llegaron de Europa, pero el desgaste pudo más.
Klimowicz dejó de correr en la segunda parte, producto del cansancio físico en este partido donde los de la Laguna ponían a correr a los potosinos. Al 56, Lucas González empató el partido con un disparo en el área chica que venció al Baro para el 1-1. Su presión incesante tuvo premio y San Luis perdió a su pieza clave en ofensiva al 60, por una lesión muscular.
Seguía Santos con la iniciativa, pero la fortuna parecía sonreírle al San Luis cuando al 76, se marcó un penalti por una supuesta mano de Doria ante un remate de Merino; consultó el árbitro con su asistente y tras unos minutos de duda, el VAR decretó que no existió falta alguna en la jugada y pese a los reclamos del Lastras, seguíamos tablas.
El tiempo pasó y no se movió más el marcador, para finalizar con un empate que de poco les sirve a los dos equipos. Ya son tres sin ganar para el Atlético de San Luis que no debe depender solo de Klimowicz para atacar, sobre todo jugando en casa donde no se pueden ir puntos. Serán dos salidas en fila para los potosinos que deben ganar o ganar en la lucha por ese lugar en la última repesca.
