Era un partido que Los Angeles Chargers no tenían por qué perder, pero ahí estaban parados en las laterales del TIAA Bank Field en una fría noche de enero, observando impotentes mientras el pateador Riley Patterson conectaba un gol de campo de 36 yardas para llevar a los Jacksonville Jaguars a una improbable victoria por remontada, 31-30, en su partido de la Ronda de Comodines del sábado por la noche.
"Me duele por todos en el vestidor", declaró el entrenador en jefe de Los Angeles, Brandon Staley, luego de la derrota. "Esta es la forma más dura en la que puedes perder en los playoffs".
Los Bolts interceptaron al quarterback Trevor Lawrence cuatro veces en la primera mitad. Ganaron la batalla de entregas de balón 5-0. Pero también vieron cómo se desvanecía una ventaja 27-0, enviándolos a la temporada baja.
"Es realmente difícil porque tenemos en alta estima nuestro equipo y es un grupo especial en el vestidor", refirió el quarterback de los Chargers, Justin Herbert. "Merecen algo mejor y no salió como queríamos, esa es la parte desafortunada".
La remontada de los Jaguars fue la tercera más grande en la historia de los playoffs y la quinta mayor en la historia de la liga, si se incluye la temporada regular.
"Es vergonzoso", sentenció el liniero defensivo de Los Angeles, Sebastian Joseph-Day. "Se siente realmente mal, simplemente apesta".
Al inicio del juego, los Chargers no perdieron tiempo para establecer un tono agresivo.
En la segunda jugada de los Jaguars desde la línea de golpeo, el apoyador Drue Tranquill interceptó un pase de Lawrence. Dos jugadas más tarde, el corredor Austin Ekeler convirtió el robo de balón en un touchdown.
En la serie posterior de los Jaguars, el esquinero Asante Samuel Jr. tuvo su primera intercepción y siguió con dos más en la primera mitad, convirtiéndose en el primer jugador en la historia de los playoffs con tres intercepciones en la primera mitad de un partido.
Los Bolts también forzaron otra entrega de balón en la primera mitad después de recuperar un balón suelto en una devolución de despeje.
Convirtieron cuatro de las cinco entregas de balón en puntos y una ventaja 27-0 hasta que, con 44 segundos por jugar en la primera mitad, Lawrence se conectó con el ala cerrada Evan Engram para un touchdown de 9 yardas.
A partir de ahí, Lawrence lanzó un pase de touchdown en tres series consecutivas para abrir la segunda mitad y el colapso de los Chargers --durante el cual no pudieron realizar ninguna detención o tomar ritmo a la ofensiva-- entró en efecto.
"No jugamos un fútbol americano lo suficientemente limpio en la segunda mitad en las tres fases", señaló Staley. "Tuvimos demasiados castigos en la segunda mitad que realmente nos lastimaron y no jugamos lo suficientemente bien en la zona roja, no jugamos bien en los dos minutos al final del partido. Simplemente no jugamos una buena segunda mitad como equipo".
Herbert, en el primer inicio de su carrera en la postemporada, completó 25 de 43 pases para 273 yardas y un touchdown.
"Como ofensiva, necesitamos mover mejor el balón, por aire y por tierra", sentenció Herbert. "Tenemos que ser capaces de mover las cadenas. No hicimos eso lo suficiente. No anotamos lo suficiente en la zona roja. Solo sumamos tres puntos en la segunda mitad. Como ofensiva, eso depende de nosotros".
Los Chargers tuvieron la ventaja hasta que Patterson convirtió el gol de campo de la victoria cuando el tiempo se agotaba.
"La forma en la que iniciamos el partido, ese es el equipo que sé que somos capaces de ser", expresó Staley. "En la segunda mitad, simplemente no terminamos el juego".
