Los partidos ante el Tuzo siempre son especiales para el Atlético de San Luis, ya sea por aquel recuerdo de la final del 2006, la repesca de mediados de los 2000, la pasada liguilla y, obviamente, el vínculo que los une actualmente, los goles de Nico Ibañez. El argentino con su pasado potosino se le da marcar en el Lastras y en este partido trascendental para ambos, la atención estaba centrada en su accionar.
En su carta de presentación estaba ser el líder de goleo del torneo, además de anotarle al San Luis en partidos consecutivos, en esta noche de septiembre, el argentino no podía faltar a la cita. Al 27 se acomodó, se perfiló desde el costado izquierdo y con disparo al palo derecho ponía el 0-1. Abucheó la afición a quien una vez fue ídolo, pero así son los caminos del futbol.
San Luis respondió, sabedores de que los goles se fueron en la figura de Nico y su sucesor, el Berte, apareció el que heredó su número, el '9', Abel Hernández con un remate atropellado y que con suspense, se coló en el arco de Ustari para dar con su octavo del torneo y seguir con la estela del otrora goleador rojiblanco. En San Luis siempre ha habido goles y hoy, fue claro.
Y cuando las opciones son muchas, no se puede perdonar y Tuzos lo dejó claro. Al 61, Avilés apareció desde atrás y venció al Baro para el 1-2 que hacia la empresa más complicada. Ibañez celebró en silencio y Pachuca hacia lo que debía, tocaba a San Luis demostrar que tienen con qué soñar.
Como pudieron, por donde pudieron, el Atlético no se dio por vencido buscando demostrar a ese goleador abucheado cada que la tocaba que es cosa del pasado, pero el gol no llegó. Ibañez, pasó de héroe a villano en cuestión de tiempo y hoy, con otro tanto, deja a su ex equipo en una situación comprometida. Se marchó entre aplausos y rechifla, sol y sombra del pasado y presente.
