Marcos Asensio está protagonizando el culebrón del verano en el Real Madrid. Le queda un año de contrato y el club es partidario de un traspaso por unos 40 millones de euros después de siete temporadas en las que no ha sido capaz de hacerse un sitio en el equipo titular pese a su reconocida calidad.
Una grave lesión de rodilla frenó su progresión, pero regresó y tampoco ha conseguido despuntar en una plantilla en la que nadie regala nada y la competencia está al orden del día.
Para la entidad madridista solo cabían dos posibilidades, una renovación manteniendo el estatus económico que tiene o un traspaso. Pero el jugador se arrancó con una tercera posibilidad aprovechando que estaba concentrado con la selección española: “Existe una tercera vía que es quedarme, tengo un año más de contrato”.
Y esta parece, de momento, la elección del delantero, según Eduardo Inda en ‘El Chiringuito’, a la espera de nuevos capítulos en los dos meses largos que quedan para que se cierre el mercado. Asensio está en su derecho de cumplir el año que tiene firmado para irse a otro equipo sin ataduras.
Cambió de agente para fichar a Jorge Mendes con la intención de que le buscara acomodo en un club que le pagara el salario que el Madrid le niega y un equipo que le asegurase la titularidad. El primer factor es posible incluso pagando lo que pide el club madridista por él.
El problema es el segundo, ya que ningún equipo de elite le puede asegurar la titularidad. Es algo que tiene que ganarse y en el Madrid no lo ha conseguido. De ahí que apueste por cumplir el año de contrato e irse gratis para cubrir sus exigencias económicas y pelear por más protagonismo en el equipo en el que acabe
El balón sigue en el tejado del jugador, que sabe las condiciones para renovar que le ofrece el Madrid: mantener el salario de 4 millones y ampliar dos temporadas más, hasta 2025. Una oferta que consideran generosa por su estatus es de suplente salvo que mejore mucho sus prestaciones.
Compite con Rodrygo y Hazard, y quizá con Lucas Vázquez si Odriozola se queda en un dibujo ofensivo (4-3-3) y con Valverde y el propio Lucas en otro más conservador (4-4-2). Eso sí, se queda corre el riesgo de no jugar y quedarse fuera de la lista para el Mundial, aunque en el Madrid creen que Luis Enrique le llamará pase lo que pase.
