Sergio Pérez se perdió la gran oportunidad de ganar su primera carrera de la temporada, tercera en su historial, luego de que su propio equipo Red Bull le diera la orden de ceder el primer lugar a su coequipero Max Verstappen.
Con el triunfo, Max Verstappen se apoderó del liderato del campeonato de la Fórmula Uno, capitalizando que el Ferrari de Charles Leclerc sufrió una avería cuando comandaba con autoridad.
Verstappen necesitó que Sergio Pérez, su compañero de Red Bull, le diera una mano para conseguir su cuarto triunfo de la temporada. Pérez se puso al frente de la carrera tras el abandono de Leclerc y su equipo le instruyó dejarse rebasar por Verstappen en la vuelta 49 de la 66 en el Circuito de Cataluña. “Es injusto, pero ok”, replicó el mexicano a su equipo.
El tercer triunfo consecutivo de Verstappen, luego de sus victorias previas en Imola y Miami, le permitieron dejar atrás a Leclerc en la clasificación general de pilotos, abriendo una distancia de seis puntos tras seis carreras.
Leclerc parecía perfilado a salir airoso tras defender su pole en la largada, y alejándose cuando Verstappen se salió de la pista. Pero todo se le torció cuando el motor de su monoplaza empezó a perder ritmo en la vuelta 27.
“¡No! ¡No! ¡No! ¿Qué ha pasado?”, gritó por la radio. Su coche nunca pudo salir del garaje mientras Leclerc recibía palmadas de consuelo en la espalda de sus mecánicos.
El español Carlos Sainz entró cuarto con el otro Ferrari, mientras que Lewis Hamilton finalizó quinta tras remontar desde muy atrás.
