Muchísimas razones para creer en la sorpresa tenía el Atlético de San Luis; el cuadro de Jardine ya sabía ganar en la Sultana y ante estadio lleno, asumieron su papel, le dieron la presión a Rayados y en el horizonte estaba todo por ganar y poco que perder. El 'Gigante' tenía un duelo de pronóstico reservado, de mucho trabajo táctico y de destellos de las grandes figuras en un momento clave.
Empezó fuerte el partido y en menos de 20 minutos, San Luis sufría dos dolorosos golpes; al 15, Bilbao cayó mal en un choque con Janssen y se marchó del campo con una fuerte lesión de rodilla. Dos minutos después, el neerlandés aprovechó un desconcierto en defensa y marcó el 1-0 cruzando a Barovero.
Ganaba la Raya, pero pese a todo no se veía un dominio claro y la paciencia fue el mejor aliado de los rojiblancos. Waller entró en el segundo tiempo para cambiar la cara al partido, primero aprovechó un centro de Chávez y de aire marcaba el 1-1 al 47. Y al 52, el charrúa centró, encontró solito a Murillo que remató con comodidad a primer palo y esto ya estaba 1-2. Y el Atlético ganó el 'minsste', dejó a Rayados sin idea y capacidad de reacción. Pero el futbol es caprichoso y al 95 (de 8 añadidos), el joven Michel Rodríguez se encontró con un rebote, la cruzó desde el área grande y con su disparo venció al Baro. Había penales en el BBVA. Y Barovero fue el héroe, atajó dos y con excelsos tiros de Berte, Güemez y Chávez, el equipo potosino está en cuartos de final.
Los de Jardine fueron efectivos y con mucho corazón, calma y mentalidad, dejaron en el camino a uno de los grandes favoritos. Hace un año se dudaba del futuro de la franquicia, hoy podemos pensar en llegar tan lejos como San Luis quiera.
