Una edición más del Clásico de la 57 en medio del silencio, del castigo y de 'llamados de paz' en una añeja rivalidad que está muy lejos de la cancha. Sin el toque que da sabor, sin el cántico, sin la pasión de desde la grada, el Gallos vs San Luis pasó a la historia por ser un 'partido' muy gris en Morelia, sin apenas emociones y más pelea que futbol.
Equipos con realidades diferentes, unos 'Gallos' aún marcados por la violencia del partido contra el Atlas y un San Luis 'in crescendo', los pronósticos inclinaban la balanza a los potosinos que asumiendo su papel de favorito, comenzaron a atacar la portería de Aguerre.
Los '4 Jinetes' de ataque potosino regresaron y Rubens comenzó a orquestar el ataque con balones a Abel, quien a velocidad causaba problemas a una zaga fuerte que con golpes ensuciaba el desarrollo del partido. Al 12, el charrúa fue derribado en el área y el central decretó un penal clarísimo. Al disparo vino el Sambu que ejecutó muy anunciado y el arquero atajaba el disparo en una jugada que mermó el ánimo potosino.
Entonces se volvió un duelo de ajedrez, el medio campo era el sector de máxima batalla con patadas, barridas y diversas jugadas que impedían un trámite dinámico del partido. Al descaso no marchamos sin goles y con las emociones guardadas para el complemento.
Y aquí llegó lo bueno en locos 10 minutos. Primero con un penal muy rigorista por un empujón de Unai a un atacante gallo. Al disparo vino Sepúlveda y no perdonó; sin mucha justicia ganaban Querétaro aplicando aquel viejo dicho de 'el que perdona pierde'.
Pero e la jugada siguiente, el 'Burrito' pegó una patada clara en el área y la fortuna le daba al San Luis una revancha desde los once pasos. Esta vez vino Unai y con elegancia marcaba el 1-1 para el efusivo festejo de la banca que invadió la cancha para celebrar al 67.
Aunque la fiesta acabó pronto cuando Ramón Juárez se fue expulsado por doble amarilla cuando parecía el segundo aire potosino. Al 77, 'Pablito' Barrera fabricó una jugada que terminó en un magnífico centro a Sequeira que remató encima de Jair Díaz para el 2-1 en favor de Gallos.
San Luis no tuvo capacidad de reacción, la expulsión pesó al equipo de Jardine que no encontró un recoveco en medio del la táctica muy ordenada de los de Cristante que vuelven a ganar después de 4 partidos, para llevarse el que, posiblemente, sea el último Clásico de la 57 en mucho tiempo.
