La vida es tan extraña, tan cambiante y tan sorpresiva que a veces nos otorga algunas que te llegan al alma. La tarde de ese 8 de diciembre, no fue la excepción y es algo que quizá, a más de uno de los que crecimos viendo al histórico San Luis de Raúl Arias nos llega a nuestro corazón. Alfredo Moreno, se marchó de este mundo a los insólitos y jóvenes 41 años, víctima del cáncer de páncreas que muy pronto se lo llevó.
El futbol potosino siempre tendrá un hermoso recuerdo del 'Chango', quien por muchos años alimentó de goles y alegrías a la afición que aprendió a quererlo y respetarlo. Llegó en 2007 respondiendo de inmediato, fueron 18 goles que lo proclamaron campeón de Goleo del Apertura, un logro inédito para cualquier delantero potosino en el máximo circuito. Desde aquel momento, ya era una leyenda y claro, una figura querida por el público.
No todo fue color de rosa, partió por primera vez en el 2008 al América, pasó después a Necaxa, regresó para seguir marcando goles importantes, ¿quién no recuerda aquel gol a Chivas en la goleada 4-0? Se marchó una vez más al Atlas en 2009 y todavía volvió en la oscura etapa del 2011-2012 para hacer sus últimos 12 de los 54 tanto que dejó como legado.
Cuando alguien falta, se vuelve un espacio inmenso y hasta aterrador para quien lo contempla. Lo llaman ausencia, unas son elegidas y otras son involuntarias. El hueco que dejó Moreno tardó muchos años en llenarse, fueron y vinieron nombres, pero nadie lograba tener esencia, ese olfato y esa entrega que ofrecía un tipo que supo ganar dos Copas Libertadores y una Liga MX en el final de su carrera.
Querido, 'Changuito', ¿quién diría que te vas cuando cayeron esos dos récords tuyos que se veían imposibles de superar? A principio de año, Nico Ibañez lo sobrepasó como máximo goleador del futbol potosino, mientras que hace unas semanas, Berterame igualó el logro de ser campeón de goleo en la primera división. Eso sí, sus goles todos fueron en Primera y título de goleo con el doble de anotaciones. Un legado para el recuerdo.
El olvido es siempre un mal homenaje, por ello, aquel jugador que ponga la '9' auriazul debe tener garra, respeto por los colores y, sobre todo, coraje para que el legado siga vivo. Adiós, Alfredo. En nuestra memoria queda la dupla con los Moreno, las Liguillas, el Superliderato y las memorias de que ha sido el mejor San Luis de la historia.
Hoy tocará volver al Lastras con una pizca de tristeza que celebre aquella felicidad tan lejana, es curioso el destino porque volver al sitio de siempre nunca será igual. Qué celebre Boca, que celebren tus queridos Rayos, que celebre Xolos y, claro, nosotros en San Luis Potosí, porque alguna vez un tipo respetuoso vistió e hizo grandes nuestros colores.
¡Hasta siempre, Chango! Un día te vamos a alcanzar.
