Ares Management salió al rescate del Atlético de Madrid, y el club rojiblanco hizo lo propio con su franquicia en la Liga MX. La pandemia ha impactado en la industria del fútbol a nivel global, y México no fue una excepción. De ahí, que la entidad dirigida por Miguel Ángel Gil Marín inyectara 26,6 millones de euros en su participada, elevando su posición de control, del 70% del año pasado al 84,62% actual, según la documentación oficial del equipo de fútbol a la que ha accedido 2Playbook.
La operación se articuló en la recta final de 2020-2021, ya con la certeza de que el fondo de inversión cubriría las pérdidas de más de 111 millones con las que cerró el Atleti la última temporada. Su aportación final fue de 120 millones de euros que, unida a la caja de la propia entidad, bastó para cubrir dos ampliaciones de capital en su filial por 525 millones de pesos (21,5 millones de euros) y 125 millones de pesos (5,1 millones), respectivamente.
La capitalización del conjunto de San Luis de Potosí rebaja el poder de su socio local, la familia Payán, que desde el arranque de proyecto en 2017 contaba con un 30% de las acciones. Todo ello, después de que las pérdidas asociadas a la puesta en marcha de la franquicia y el golpe de la Covid-19 hayan provocado unos números rojos de 36 millones de euros en las dos primeras campañas de actividad.
El Atlético de Madrid recuerda que el impacto de la crisis sanitaria en términos relativos pudo ser incluso superior al otro lado del Atlántico, puesto que el torneo clausura de la Liga MX que se suspendió debía jugarse entre enero y junio de 2020. “Se dejaron de percibir los ingresos por taquilla y explotación de su estadio”, sostiene la memoria anual.
En ella, se añaden dos factores más relacionados con su competitividad deportiva: “las indemnizaciones satisfechas a varios jugadores de la primera plantilla”, tras acordar las rescisiones de sus contratos, y “el pago efectuado a favor del Fondo de Estabilización de Clubes de la Liga MX”, debido a que terminó la temporada “en los últimos puestos de la clasificación”.
En el ejercicio fiscal 2020-2021, el San Luis obtuvo unos ingresos de 13,55 millones de euros, seis millones menos que un año antes. En cualquier caos, insuficientes para sostener unos costes de 18 millones en gastos de personal (cuatro millones más que un año antes), a los que se añadieron otros 15,5 millones en gastos de explotación.
Menos costosa está siendo la aventura en la Canadian Premier League, donde las pérdidas asumidas en los dos primeros años de operaciones se sitúan en torno al millón de euros. Su potencial de negocio también es mucho más limitado, con una facturación de apenas 171.000 euros en 2020-2021.
Las franquicias, culpables de los números rojos de 2019-2020
De hecho, la mala marcha de sus franquicias internacionales ha impactado notablemente en las cuentas rojiblancas. En 2019-2020, la entidad cayó a números rojos por culpa de las pérdidas que generaron sus equipos de México y Canadá. De no ser por este plan internacional, el beneficio habría sido de 11,1 millones a pesar del impacto de la pandemia en su negocio.
Sólo el mexicano Club Atlético de San Luis cerró el primer año en pandemia con unas pérdidas de 10,87 millones de euros. A ello se sumaron otros 204.000 euros de déficit de la franquicia canadiense, presentada justo un mes antes del estallido de la Covid cuando se preparaba para debutar en la Canadian Premier League con el nombre de Atlético Ottawa.
La suspensión de la Primera División de México (Liga MX) con la explosión de la pandemia fue la principal culpable del agujero generado por el equipo de San Luis de Potosí. Cero euros por taquilla fue una losa para la franquicia. Por su parte, el hólding creado para pilotar estas inversiones, Atlético de Madrid International Holding, perdió 2,41 millones.
La entidad controlada por Miguel Ángel Gil Marín aterrizó hace cuatro años en México con la compra del 70% del equipo ubicado en San Luis Potosí, manteniendo el 30% restante en la familia Payán para mantener ese vínculo local. El capital social, que sirvió para modernizar el club, asciende a 8,9 millones de euros y al frente del proyecto está Juan Alberto Marrero Díaz, que ejerce como consejero delegado del conjunto mexicano después de siete años ocupando distintos cargos en el área deportiva del Atleti.
En el país azteca se especuló durante el último año sobre una hipotética venta, pero desde el club madrileño se desmintió cualquier movimiento corporativo. Es más, aseguraron que “seguimos trabajando en convertirnos en un club autosuficiente en todas las áreas, pero siempre apoyados como desde el inicio por nuestra institución madre el Club Atlético de Madrid”.
En el caso de Canadá, el proyecto es mucho más incipiente, pues la compra de la octava franquicia de la relanzada liga nacional se formalizó en febrero de 2020. El equipo español tiene el 100% de la gestora de la entidad deportiva, si bien en su momento se dijo que tendría como socio minoritario al empresario local Jeff Hunt, dueño de los Ottawa Redblacks, de la Canadian Football League, y de los Ottawa 67’s de la Ontario Hockey League. “Supone un hito dentro del plan estratégico de crecimiento del club y de consolidación de su posicionamiento internacional”, aseguran desde las oficinas del Wanda Metropolitano sobre esta inversión.
Más allá de Norteamérica, el Atlético invirtió en la última década en otro mercado estratégico para su crecimiento de marca. El club puso su sello en India en 2014 a través del Atlético Kolkata. En la por entonces emergente liga, que fichaba a golpe de talonario a muchos grandes futbolistas veteranos de Europa, la entidad colchonera se asoció con el empresario Sanjiv Goenka, que se quedó como máximo accionista. Sin embargo, sólo tres años después, el Atleti se desprendió de su 25% en la franquicia.
Por otro lado, en Francia, el club encontró una oportunidad en el histórico RC Lens. Invirtió cerca de dos millones de euros para hacerse con la entidad gala junto a Amber Capital. La operación, cerrada en 5,6 millones, no fue del todo provechosa para los rojiblancos, que vendieron su 34,6% a su socio estratégico sólo un año y medio después de arrancar con el proyecto.
Apuesta redoblada por EEUU y China en 2022
En sus cuentas del último curso, el Atlético destaca que, a nivel internacional, uno de los objetivos prioritarios de la temporada fue “tratar de minimizar el impacto de la pandemia sobre los ingresos de la principal área afectada por la crisis sanitaria”. En este apartado, destacan las academias rojiblancas desplegadas por todo el planeta.
Con la llegada de las vacunas y el fin de las restricciones de viaje, el club activó un plan para volver a celebrar campus y actividades formativos en algunos países más flexibles para los desplazamientos como Italia, Bélgica y Suiza.
A ellos se sumará Estados Unidos en el verano de 2022 con “un plan de campus masivo”. Además, en los últimos meses, la entidad dio continuidad a los proyectos de sus academias de Panamá, Miami e India, donde, “después de un periodo de suspensión acordado con el grupo TATA, se ha retomado la colaboración con el primer equipo del FC Jamshedpur”.
En China, el Atleti redobla su apuesta por el gigante asiático con un nuevo programa formativo bautizado como Boarding School, en el que la entidad ofrecerá “la posibilidad a familias procedentes de otros países, que tengan la capacidad económica para invertir, de que sus hijos puedan participar en este programa exclusivo”. El programa ya ha recibido niños de México, Japón e Irlanda.
Además, junto a partners del club, el Atlético trabaja en desarrollar nuevas academias en Corea del Sur, Qatar o Kuwait, después de comenzar este tipo de alianzas en Irlanda.
