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Caleb Plant y la historia de la muerte de su hija

Infobae | 30 Septiembre 2021 | 09:05
El próximo sábado 6 de noviembre, Caleb Plant buscará convertirse en el primer campeón indiscutido del peso supermedio, cuando ponga en juego su cinturón de la FIB (Federación Internacional de Boxeo) ante los tres de Canelo Álvarez, en un combate que además batirá récords económicos en su carrera.
 
Plant, de 29 años, consiguió su primer por cinturón internacional en enero de 2019, cuando derrotó por decisión unánime al venezolano, José Uzcátegui. Aquel día, el pugilista oriundo de Tennessee cumplió la promesa que le hizo cuatro años antes a su hija, Alia Plant; convertirse en campeón mundial de boxeo.
 
Este juramento lo efectuó en las últimas horas de vida de su Pequeña Calabaza, como apoda a su hija en redes sociales, pues lamentablemente para la familia Plant, su primogénita tuvo una corta vida de 19 meses, periodo en el que luchó por su vida tras padecer una anomalía cerebral desconocida.
 
Alia Plant nació un 7 de mayo de 2013, producto de la pareja conformada por un joven Caleb de 20 años y su novia de 19, Carman Jean Briscoe-Lee, quienes lucharon juntos por la salud de su hija en cuanto le diagnosticaron los problemas cerebrales y respiratorios con los que nació.
 
En una entrevista proporcionada para The Mayweather Channel, el pugilista estadounidense dio detalles muy personales de cómo vivió aquel duro momento, donde explicó los problemas con los que vivía su pequeña.
 
No hubo un solo día en que tuviera menos de 150 convulsiones. Envié la sangre para hacer más de 50.000 pruebas al Hospital Infantil Vanderbilt, que es probablemente el hospital infantil más prestigioso del mundo. Todo regresó negativo para ella”, afirmó.
 
Además, el campeón mundial por la FIB en las 168 libras detalló lo que sufrió su hija mientras estuvo con vida, ya que Alia tuvo todo tipo de complicaciones para respirar, comer y moverse.
 
“Tenía daño cerebral, por lo que no tenía habilidades motoras, no podía sentarse, no podía sostener mantenerse erguida, no podía cerrar el puño. Se pateaba la pierna al azar aquí o allá y no podía comer. Comía a través de un tubo conectado al estómago”, explicó durante la plática.
 
Alia Plant tenía que recibir alrededor de dieciséis dosis de medicamento al día, además de necesitar inyecciones en su pierna para poder mejorar su estado de salud, todo mientras su economía todavía no podían depender totalmente del boxeo, pues en ese entonces Caleb todavía era un pugilista amateur y los contratos lucrativos todavía estaban lejanos.
 
Sweethands, como también es conocido desde sus inicios como boxeador, informó que durante el tratamiento de su hija vivió meses a su lado dentro del hospital, incluso cuando tenía su campamento de preparación, por lo que Alia se convirtió en el único eje de su vida.
 
“Me despertaba, iba al gimnasio y entrenaba, volvía y pasaba tiempo con ella. Después regresaba a hacer ejercicio, volvía y descansaba con ella. Yo iba a casa cada dos días para conseguir más ropa, luego volvía”, afirmó el pugilista, además de explicar que incluso sus baños de hielo los realizaba en el hospital.
 
Fue hasta el 29 de enero de 2015 cuando la tragedia lo sacudió totalmente, pues mientras empezaba su carrera como profesional y ya ostentaba un récord de cinco peleas sin derrota, recibió la noticia de que su hija estaba en una situación muy delicada de salud.
 
Plant explicó el triste día que tuvo que decirle adiós a Alia, pues fue después de una crisis que la puso con asistencia médica muy severa.
 
“Apenas podía mantenerse a flote, pero al día siguiente, cuando desperté, me dijeron: ‘señor Plant, no creemos que deba irse. Sabemos que se lo hemos dicho muchas veces, pero esta vez su hija fallecerá'”.
 
Aquel día Plant tuvo que cancelar su siguiente pelea que estaba muy cerca y recitó las palabras que le dijo a su Little Pumpkin: “me acerqué con ella y le susurré: ‘¿Estás cansada? Porque si lo estás, no me decepcionaré contigo. No voy a estar enojado contigo ni molesto contigo. Solo quiero que sepas si ya no quieres pasar por esto, te apoyo. Te quiero y tu padre no se va a enojar contigo’”.
 
Tras prometerle el título y despedirse, Alia murió a las 10:55 de la mañana. Un mes después, Plant regresó al cuadrilátero y emprendió con éxito su búsqueda rumbo al título mundial, mismo que consiguió cuatro años después.
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