Rayados ganó el Clasico Regio con autoridad y Javier Aguirre le dio la mejor semana a su afición la Final de Concacaf y el triunfo contundente ante unos Tigres que reclamaron todo, pero fallaron en el momento clave un cabezazo de Carlos González.
Tigres tuvo mayor dominio en los primeros minutos al proyectar a sus laterales para generar superioridades en el área de Rayados, con lo que Thauvin encontró espacio libre para centrar o cargar en el rectángulo, como en el gol anulado por fuera de lugar.
Tras el dominio felino a través de la presión, Monterrey encontró la debilidad de Tigres en lo que Herrea consideraba su fortaleza. Los laterales adelantados dejaron un espacio a Maxi Meza que aprovechó con lanzamiento largo de Medina, Funes Mori corrió en diagonal para jalar a Reyes y Ponchito González remató solo de cabeza para el gol.
Los de casa mantuvieron el bloque defensivo ordenado y fueron rápidos con sus ataques, sobretodo al no dejar una referncia de marca a Tigres por la movilidad de sus atacantes. Eso lo sufrió un Diego Reyes superado, que fue girado de forma constante y sufrió ante Funes Mori, Meza y González.
Thauvin fue el más peligroso en el sistema de Herrera y pegó un disparo al poste que pudo ser el empate. Pero en el complemento Rayados salió determinado y Nahuel Guzmán fue factor en dos ocasiones que Monterrey tuvo el marco abierto para incrementar su ventaja.
Fue a dos minutos del final cuando vino la jugada polémica, cuando Nico López conducía el balón, el árbitro lo obstruyó, Rayados recuperó y descolgó para finiquitar la contra con gol de Kranevitter. Gignac fue amonestado por reclamos, pero Fernando Hernández nunca tocó el esférico, así que la jugada fue legal.
