El Lastras lució triste, pero su afición respondió en medio de la pandemia, de la incertidumbre por el futuro y que la Liga MX programó el partido en un jueves. Ello no detuvo a los abonados, motivados por el buen paso del equipo en este torneo, por ver a un equipo con garra, mucha entrega y sobre todo respeto por los suyos que están en la tribuna para apoyar.
El fresco viento de verano caía sobre la piel de los cerca de 3 mil aficionados, cubrebocas, gel antibacterial y la famosa 'sana distancia' son esa gran novedad en la 'nueva normalidad'. Es raro no ver esta cancha llena, sobre todo cuando el equipo vive uno de sus mejores etapas en muchos años, sobre todo cuando en estos momentos es imposible no recordar a algún ser querido que ya no está, y que sabemos estaría feliz de ver estos lindos momentos.
Recuerdos a flor de piel en las postales, la noche del ascenso, la noche del milagro, la noche de la goleada a Chivas y hasta aquellas de Libertadores. Los goles de De Faria, los del Chango Moreno, corear el apellido de Coudet y hasta los goles de Ibañez. Hoy toca a muchos apoyar desde casa porque deben hacer el sacrificio para que un día volvamos a ver esta cancha a reventar, para que los niños crezcan viendo a los referentes como un día nosotros lo hicimos viendo a José Enrique García, Moctezuma, Ariel González y otros más.
La Guerrilla guardó silencio por esta ocasión, queda esperar y que el sabio tiempo nos ofrezca otra oportunidad para que la fresca brisa de verano sople en corazón de los fieles, o que llegue hasta esos lugares fuera de la realidad donde más de uno está esperando las victorias que ya llegarán.
