A los 41 años, Luis Scola jugó su último partido con la camiseta argentina en Juegos Olímpicos, luego de disputar cinco ediciones y ganar dos medallas, incluyendo nada menos que el oro Olímpico en Atenas 2004.
En los segundos finales, con el marcador abultado en favor de Australia y el destino de la Argentina sellado en Tokio 2020, Scola fue reemplazado sobre y recibió un inesperado y sentido aplauso de sus rivales y de todos los presentes en el estadio, deteniendo involuntariamente el partido para el homenaje a uno de los deportistas más grandes de la historia del deporte argentino.
Entrenadores, jugadores, árbitros, periodista, voluntarios y otras personas se pusieron de pie para rendir tributo a Scola, tras 22 años vistiendo la celeste y blanca.
"Di mi máximo compromiso y los mejores años de mi carrera con esta camiseta. No sé qué decir, estoy golpeado emocionalmente. Haber visto rivales y árbitros así (aplaudiendo)... Me voy en paz, quería llegar hasta el último momento entrenando igual que siempre", dijo tras su última presentación, al canal TyC Sports, de Argentina.