El Arena Kokugican, templo del sumo en Japón, ahora, cambió su rol para darle paso a la historia del deporte mexicano. Vestida de azul Esmeralda Falcón entró a los anales del olimpismo mexicano al convertirse en la primera boxeadora nacional en unos Juegos Olímpicos.
El combate comenzó con una insistente, pero inofensiva, Falcón, mientras que la italiana guardaba su distancia y con contundentes golpes logró llevarse los cartones en el primer round.
En el segundo, la mexicana viéndose abajo en el marcador fue más cautelosa, rozando en lo timorata, y dándole entrada a los certeros golpes de su rival.
El tercer episodio solamente sirvió para confirmar la tajante victoria de la italiana sobre la mexicana, en los dieciseisavos de final, para eliminar así definitivamente a la histórica Esmeralda Falcón.