El noruego Kristian Blummenfelt se llevó la medalla de Oro en la disciplina de triatlón en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, la plata fue para el británico Alex Yee y el bronce para el neozelandés Hayden Wilde. En cuanto a los latinoamericanos en la prueba, el mejor fue el chileno Diego Moya que terminó en el puesto 30 en su primera vez en unos Juegos Olímpicos a los 22 años. Más experimentados, los mexicanos Crisanto Grajales e Irving Pérez no tuvieron su mejor día. Pérez acabó el 46 , al quedarse descolgado en la carrera de bicicleta y ya no poder recuperarse. Mientras que Grajales no pudo mejorar su 12° puesto en Rio 2016 y acabó en 31 posición.
La climatología dio una tregua a los 51 participantes en la disciplina del triatlón, uno de los deportes más exigentes que llevan siempre al límite a sus atletas. La organización de los Juegos Olímpicos Tokyo 2020 decidió poner el comienzo de la prueba a las 6:30 hora local de Japón y las condiciones fueron mejores de las esperadas, con una temperatura de 29 grados y una humeda del 67%. Unas condiciones duras, pero que podían haber sido peores.
La natación, primera de las tres que componen el triatlón, empezó con algo de lo más sorprendente que nunca se vio. Al momento de la salida, casi la mitad de los participantes saltaron al agua y nadaron casi 100 metros sin detenerse ante la incredulidad de todos los demás participantes y de todos los presentes en el Odaiba Marine Park, una sede espectacular en la bahía de Tokyo con el puente del arcoíris y los rascacielos al fondo en un marco inmejorable.
Finalmente, las embarcaciones consiguieron detenerles y les obligaron a retroceder a la línea de salida. La salida nula se produjo porque la otra mitad de los participantes no pudo saltar al agua al haber una embarcación en si camino. El segundo intento sí fue el definitivo y los participantes pudieron hacer los 1.500 metros de natación. El francés Vicent Luis fue el más rápido en el agua, con el chileno Diego Moya segundo. Los mexicanos, Grajales y Pérez, quedaron más retrasados para hacer la transición al ciclismo.
El gran favorito a la medalla de Oro, el británico Jonathan Brownlee pronto formó un grupo de cabeza durante los 40 kilómetros que duró el ciclismo, en el que los triatletas dieron ocho vueltas al circuito del Odaiba Park. Aunque en las últimas vueltas se formó un grupo más numeroso con casi 40 triatletas. Por su parte, los aztecas, con el paso de las vueltas, se quedaron más rezagados en el último grupo a casi dos minutos. Pero, Irving Pérez se quedó en el último lugar desde el kilómetro 20. “Vamos México”, le gritaba el speaker de la prueba a cada uno de sus pasos por la línea de meta para animarle.
Así, se llegó a la carrera a pie con todo por decidir con el suizo Salvisberg en solitario con una ligera ventaja sobre el resto de corredores, entre los que se encontraba en el grupo de cabeza el chileno Diego Moya. Por detrás, más distanciado llegó Grajales y, en último lugar para hace la transición, el otro azteca Irvin Pérez que comenzó la carrera a pie en último lugar a más de cinco minutos del líder.
En los primeros de los 10 kilómetros sólo los más fuertes quedaron en los primeros lugares y se comenzó a desintegrar la cabeza de carrera. Se formó un selecto grupo que aguantó hasta el final, con el británico Alex Yee destrozando la carrera a un ritmo muy alto. Pero, finalmente el noruego Blummenfelt lanzó un ataque al final y entró en solitario en la meta.
