Daniel Delgadillo hizo lo que pocos potosinos han tenido al alcance, llegar a unos Juegos Olímpicos, quizá los más difíciles de la historia. Un año de espera, para finalmente ver cumplido el sueño de todo deportista de alto nivel.  

“Desde el año pasado ya iba viento en popa, me estaba sintiendo muy bien, ahí sí pensé que me iba a perjudicar, pero gracias a Dios me pude adaptar a la situación y seguí entrenando. No puedo decir que me perjudicó o me ayudó. La clasificación yo la iba a lograr ya sea el año pasado o este”.

La pandemia cambió el plan que se tenía para los Olímpicos, pero ello no fue impedimento para Daniel que se las arregló para seguir preparándose para conseguir su boleto.  

“Fue dificilísimo. Al principio no sabes ni qué onda, no sabes lo que está pasando, se cambiaron los Juegos Olímpicos, no sabes si los van a volver a programar, también no poder salir de tu casa. No nos quedó de otra más que confiar en que se pudiera arreglar; pudimos conseguir una alberca e hicimos todo lo posible para mantenernos en forma, creo que solo un mes completo estuve fuera de actividad. Ya en junio que se reanudó la actividad a entrenar otra vez y lo tomamos como un año más de preparación”.

El Nado en Aguas Abiertas es quizá un competencia ajena para el aficionado, pero no por ello deja de ser una de las más interesantes. El potosino compartirá ante otros 24 nadadores de gran nivel y con gran expectativa irá con todo.  

“El nado es libre, son 5 vueltas en el mar o el río. En Setubal fue en mar, fue en circuito de dos kilómetros, le dimos 5 vueltas para completar 10km. Fue padrísimo, una competencia dificilísima, fuimos alrededor de 60 nadadores, las condiciones son fuera de común a México. El agua allá fue fría, la temperatura del agua estaba a 18 grados, las olas estaban fortísimas, al igual que la corriente y eso crea mucho contacto durante la prueba. Al final pude aguantar los kilómetros y al final cerrar con todo”.

Finalmente, Delgadillo es consciente de que la medalla es un reto lejano, pero no descarta dar la gran sorpresa y regresar a casa con una importante presea.       

“En Tokio vamos a ser solo 25, será un competencia de menos contacto, más rápida. Mis expectativas es darlo todo, la medalla sí está un poco fuera del alcance, pero todo puede pasar. Yo voy muy preparado para pelear”.