Ocurrió que, cinco minutos antes de entrar a jugar en el estadio Philippe Chatrier, Tsitsipas recibió una noticia terrible, muy difícil de asimilar: el fallecimiento de su abuela paterna. El griego absorbió el impacto y sacó fuerzas para enfrentar a Nole. No le alcanzó, pero dejó una imagen consagratoria.
Ya con el partido consumado, el chico de 22 años cubrió su rostro con una toalla y allí se quedó, tal vez enojado por haber desaprovechado los dos primeros sets a su favor. Pero seguramente dándole paso a la enorme tristeza por la pérdida.
Su texto completo
“La vida no se trata de ganar o perder. Se trata de disfrutar cada momento de la vida, ya sea solo o con otros. Viviendo una vida significativa sin miseria y abyección. Levantar trofeos y celebrar victorias es algo, pero no todo.
Cinco minutos antes de entrar a la cancha, mi muy querida abuela perdió la batalla con la vida. Una mujer sabia cuya fe en la vida y su voluntad de dar y proveer no se pueden comparar con ningún otro ser humano que haya conocido.
Es importante tener más personas como ella en este mundo. Porque personas como ella te dan vida. Te hacen soñar. Me gustaría decir que sin importar el día, circunstancia o situación, esto está dedicado íntegramente a ella, y solo a ella. Gracias por criar a mi padre. Sin él, esto no habría sido posible.”