Nolan Arenado arribó a los entrenamientos de pretemporada alrededor de una semana antes que el resto de los jugadores de posición de los Cardenales de San Luis.

Su objetivo era acostumbrarse al cambio de horario en Florida, dado que reside en la costa oeste cuando no hay campaña. Quería también familiarizarse con su nuevo equipo, tras pasar en Colorado sus primeros 12 años en el béisbol profesional.

Y resultó que el nuevo huso horario fue el mayor desafío en la nueva organización.

“Me afectó un tiempo”, reconoció Arenado. “Pero ahora estoy bien”.

Los Cardenales esperan que pueda estar aun mejor.

Estuvieron callados casi todo el invierno, salvo por firmar de nuevo al as Adam Wainwright y realizar un par de transacciones menores. Pero todo eso cambió en las semanas previas al campamento de pretemporada.

San Luis sostuvo entonces conversaciones serias para completar lo que fue un acuerdo entre tres equipos, incluidos los Rockies y Mets, para adquirir a Arenado, el estelar antesalista.

De pronto, los Cardenales lograron una de las mayores adquisiciones del béisbol, fortaleciendo una alineación con un pelotero elegido cinco veces al Juego de Estrellas y tres veces campeón de cuadrangulares.

Al instante, el equipo se convirtió en uno de los favoritos para ganar la División Central de la Liga Nacional.

“Seguro, va a ser increíble”, dijo Arenado, quien finalmente se unió al resto del equipo para el primer entrenamiento con plantel completo esta semana. “Quizá no conozco las caras de todos (debido a las mascarillas en medio de la pandemia), pero además de eso todo ha fluido bien”.

Arenado fue seleccionado por los Rockies en la segunda ronda del draft del 2009 y desde el momento en el que llegó a Colorado se convirtió en uno de los mejores bateadores. Terminó promediando .293 en sus primeras ocho temporadas en las Grandes Ligas, con al menos 37 jonrones en cinco años consecutivos antes de la campaña de 2020, acortada por el coronavirus.

El dos veces líder de remolcadas de la liga, también tiene ocho Guantes de Oro consecutivos en su currículum.

No por nada los Cardenales, que pretendían mejorar su tercera base, lo buscaron y movieron una serie de hilos —incluyendo poner a un tercer equipo en la ecuación para completar el canje.

La llegada anticipada de Arenado al campamento de entrenamiento permitió que se relacionada con Nolan Gorman, uno de los prospectos de la organización, quien probablemente tenía muchas preguntas después de que los Cardenales realizaron el canje para traer a un jugador establecido en su posición.

“Los primeros días estaba en el mismo grupo (de bateo) que él, antes de que iniciara el campamento. Fuimos a jugar golf, pasamos tiempo juntos”, dijo Arenado. “Es extremadamente talentoso, con gran poder y nos va a ayudar a ganar muchos juegos”.