En la Secretaría de Salud del Gobierno Federal aprueban que a los futbolistas de la Liga MX se les multe con 100 mil pesos, en caso de no respetar los protocolos de salud y salir de la burbuja de protección familiar, como lo hizo Jonathan Rodríguez y Alan Mozo, durante la emergencia provocada por el coronavirus, que permea en todo México.
“A veces lo que más nos pega es el bolsillo. Si esa es una medida que la he funcionado a la Liga MX, para mantener la disciplina, es una decisión de la propia Liga MX, para poder mantener a las personas que se dedican al futbol dentro de sus casas o lugares en los que conviven, para nosotros es correcta”, mencionó Ricardo Cortés, director general de promoción de la salud del gobierno de México, en entrevista exclusiva a ESPN.
La Liga MX, durante el pasado fin de semana, publicó una serie de medidas para aumentar los controles en contra del Covid 19, debido a que en tres jornadas se reportan más de 120 positivos. Entre ellas estaba el hacer pruebas PCR a los futbolistas cada 10 días, estandarizar la reprogramación de partidos a 10 contagios por equipo y multar a los jugadores que sean captados fuera de la burbuja de protección familiar, como los casos de Jonathan Rodríguez y Alan Mozo.
“Si un integrante de los clubes es sorprendido no respetando el Protocolo Sanitario de la Liga MX en eventos no autorizados por el club, deberá ser separado del plantel por un periodo de 10 días y se reincorporará presentando ante la Liga una prueba PCR negativa”, confirmó la Liga MX, por medio de un comunicado.
“Adicionalmente, de conformidad con los Reglamentos de Competencia de la LIGA BBVA MX y la LIGA BBVA EXPANSIÓN MX, así como con los Reglamentos Generales de la Federación Mexicana de Fútbol Asociación, el caso será turnado a la Comisión Disciplinaria para su análisis pudiendo alcanzar una sanción económica de 100 mil pesos”, se lee en el informe.
El director general de promoción a la salud del gobierno federal reconoció que no fueron considerados para estas nuevas normas, debido a que su jurisdicción se encuentra limitada a que se respeten los protocolos de salud y los semáforos epidemiológicos en los estadios.
“Esos ya son detalle específicos de un negocio privado, en el cual no tendríamos ninguna injerencia específica, en lo que tendríamos entrar, es si tomaran la decisión de abrir los estadios, que no les importara el famoso semáforo, o que nos enteramos que el protocolo escrito será sin medidas de sana distancia. Los que toman las decisiones de un castigo económico son los particulares”, aseguró.
