La dupla de ataque de Toluca destacaba por su poder goleador, como en la final del Verano 98 ante Necaxa, pero en su relación no todo era felicidad.
La historia data espectaculares partidos entre Toluca y Necaxa en el Estadio Nemesio Díez, como aquella final de vuelta del Verano 98, cuando José Manuel la ‘Maquina’ Abundis marcó un doblete y además sirvió con la cabeza el segundo gol de José Cardozo; ambos hicieron una temible mancuerna y los Diablos se coronaron con marcador global de 5-2.
José Manuel Abundis charla con ESPN Digital y afirma que en 1998 todavía no estaban distanciados él y José Cardozo, lo cual ocurrió al año siguiente; pero enfatiza que aunque hubiera sido así, el profesionalismo de ambos se impuso en todo momento, porque nunca hubo envidias ni mala onda entre ellos y jalaron para el mismo lado en beneficio del Toluca.
“Duramos más de un año sin hablarnos y peleamos el título de goleo estando en el mismo equipo; llegamos a la última fecha con 14 y 14 goles y él pudo marcar el 15 a su favor y se coronó como el mejor goleador. Jugábamos siempre para el bien del club”, asegura José Manuel Abundis. “Terminábamos de entrenar y no nos hablábamos, pero siempre estuvimos jalando para el mismo lado. Hubo esa diferencia entre los dos, pero a la de los partidos, a la hora de trabajar, lo hacíamos para el equipo. Quizá esto la gente no lo sabía y esto nunca influyó en los partidos”.
José Manuel Abundis comenta que el técnico Enrique Meza fue fundamental para que él y José Cardozo siempre mantuvieran una buena actitud, pese a sus diferencias, “porque hizo un gran grupo y nos concientizó que debíamos jugar para el equipo”.
Campeón con la Selección Mexicana en la Copa Confederaciones México 1999, asegura que no había envidia entre ellos y personalmente lo considera el mejor jugador extranjero que ha llegado al futbol mexicano “y jugar con él cualquiera lo hubiera querido”, por lo que rechaza también que haya habido rivalidad entre ambos.
“A veces yo tenía para pegarle a gol y se la ponía a Cardozo. Nunca me importó eso de si él quedaba campeón goleador o si anotaba más. Lo que me importaba era ganar, ser campeón. El problema que sucedió entre él y yo se dio en la cancha, en un partido contra Atlas en la ‘Bombonera’. Nos empezamos a gritar como puede pasar en cualquier lado. Y por el orgullo de los dos, pues nos dejamos de hablar”.
Antes y ahora piensa que no fue nada grave, “nada de importancia, pero así nos la pasamos más de un año. Me fui de Toluca y regresé cuando ‘Tuca’ Ferretti dirigió al equipo y ahí nos dimos la mano y nos hablamos perfectamente. Coincidimos en otra etapa en Toluca, cuando él era el técnico y yo el coordinador. Mi apoyo siempre fue para él y yo recibí su apoyo. Compartimos asados, pláticas, recuerdos, y hasta la fecha nos seguimos hablando. Estamos en un grupo, en un chat. La amistad sigue”.
