Tras dos actuaciones con resultados adversos, el Atlético de San Luis hacía su presentación en casa, esta vez ante uno de los 4 grandes, el Guadalajara. Las Chivas, pese a sus resultados llenos de altibajos en este arranque de torneo, han sido siempre un rival complicado para los potosinos, por lo que este duelo se antojaba intenso a priori, ante la imperiosa necesidad de sumar.
Esta vez jugando de negro, el San Luis dio un cambio en su identidad no solo por su uniforme, sino también en su estilo de juego, siendo agresivos desde el arranque del partido. Al 8, Ramiro González apareció en un córner con un remate poco ortodoxo con la pantorrilla, para marcar el 1-0 ante el reclamo del Rebaño por supuesta mano.
El gol dejó en shock a Chivas, que veía venir a un Pablo Barrera que por fin mostraba, a cuenta gotas, algo del desequilibrio que lo hizo brillar en su juventud. San Luis era un vendaval y al 27, Ibañez apareció con el sello de casa, para poner el 2-0 con un bonito testarazo picado que vencía a Gudiño.
Con la ventaja, el Atlético bajó un poco en sus revoluciones, mientas Chivas buscaba sin idea una jugada que les permitiera recortar. En el pecado, Chivas llevó la penitencia y al 62, Ibañez desde el manchón penal ponía el 3-0 y un baile digno de equipo ganador a un Rebaño alicaído. Al 70, JJ Macías aprovechó un grosero resbalón de González para poner el de la honra.
El Atlético cambió su cara tras la dolorosa derrota ante Necaxa, un equipo alegre humilló a Chivas y demuestra que, pese a todo, tiene con qué pelear y con el paso de las jornadas este equipo se volverá más peligroso y seguro, podrá soñar con trascender.
