Decenas de miles de argentinos se despiden esta mañana de Diego Armando Maradona en la Casa Rosada. Las puertas del velatorio han abierto a las 6 de la mañana. Muchos hinchas han pasado la noche a la intemperie, guardando cola para poder despedirse del astro argentino, llenando de cánticos la noche bonaerense en la plaza de Mayo, frente al Palacio Presidencial.
En el momento de la apertura, se han producido algunos enfrentamientos entre los hinchas y la policía, que trataba de contener al tumulto, por lo que han tenido que volver a cerrar las puertas durante unos minutos, antes de volver a reabrirlas al público, que desfila ante el féretro de Maradona, cubierto con una bandera argentina y con las camisetas de Argentina y la de Boca que el ‘pelusa’ vistió en su despedida en La Bombonera en 2001.
Los hinchas promulgan cánticos, lloran y lanzan besos y objetos al féretro de la estrella argentina como camisetas o bufandas. La capilla ardiente está previsto que permanezca abierta hasta las cuatro de la tarde (hora local). Dada la cantidad de ciudadanos que han acudido a despedirse, es probable que no todos puedan entrar, por lo que se han instalado pantallas de video para que el féretro pueda ser visto desde el exterior.
El astro del fútbol falleció este miércoles, a los 60 años, en su residencia de Tigre a consecuencia de un paro cardíaco y sus restos fueron trasladados durante la noche desde su domicilio a la sede gubernamental, en el centro de Buenos Aires. Sobre la 1.30 de la madrugada (hora local) comenzó el velatorio privado con sus familiares, amigos, exfutbolistas y algunas autoridades.
Una despedida de carácter íntimo con sus familiares, amigos, exfutbolistas y algunas autoridades en su residencia. Fueron momentos muy emotivos con los que fueran sus compañeros en el Mundial del ’86: Oscar Ruggeri, Ricardo Giusti, Jorge Burruchaga, Oscar Garré, Sergio Batista y Luis Islas. Tampoco faltó su excompañero Sergio Goycoechea, así como futbolistas en activo como Carlos Tevez, que acudió a despedirse junto a Ramón Ávila, que llegaron después de la suspensión del partido de la Copa Libertadores.
Tras recibir esta despedida íntima, las puertas se abrieron para los argentinos a las seis de la mañana. El féretro fue trasladado desde su domicilio, hasta la Casa Rosada, en una comitiva escoltada por la policía hasta la capital bonaerense, acompañada de cientos de aficionados y admiradores de la estrella del balompié, que colapsaron con sus vehículos la autopista de entrada a la capital bonaerense.
