El partido del orgullo para el Atlético se jugó como debía, con orgullo, con mucha garra y sobre todo, con la entrega propia de un equipo que a sabiendas de su fracaso en la temporada, no le quedaba más que llevarse el Clásico para levantar un poco la imagen de cara a la planeación con miras al Clausura 2021. 

Con un futbol raquítico y de poca profundidad, potosinos y queretanos apostaron al músculo para llevarse un partido de mucha pelea y escasa idea futbolística. Sin Ibañez ni Quiroga, Vázquez apostó por Berterame y Julio para encabezar el ataque con poco entendimiento por parte de ambos delanteros que no podían combinarse para crear peligro. 

Sin embargo, de la mano de estos dos vino el 1-0. Julio disparó sin peligro de lejos, pero Alcalá falló en el control con las manos, dio rebote y Berterame puso el 1-0 en el contrarremate. El argentino, el mejor jugador en el torneo, dicho sea de paso, mostró el valor y los tamaños necesarios para ganar un Clásico. 

Tras el gol, los Gallos buscaron mejorar  haciéndose con el control del balón, pero no lograron encontrar la contundencia que pusiera en peligro el arco de un Axel Werner que pese al acoso de los Gallos no fue exigido del todo. 

En la segunda mitad, Vázquez apostó por el control del partido y echó el equipo atrás buscando la posesión, priorizando la defensa sobre el ataque. Los Gallos supieron aprovechar la pasividad y la entrada de Arellano y Betancourt dio una mejor imagen a la ofensiva. 

Y al 78, Madrigal aplicó la ley del ex y con un soberbio remate puso el 1-1 que ponía justicia en el marcador. Pero a veces el futbol es caprichoso y una jugada muy fortuita le dio el triunfo al San Luis. 

Un largo despeje de Werner, aprovechado por la viveza de Barrera que con velocidad se quitó la marca, bombeó desde el área grande y el ‘Dinamita’ puso el 2-1 ante el reclamo de Alcalá que pedía fuera de lugar. No hubo duda y el Atlético se ponía en ventaja. 

No fue el mejor partido, pero en ocasiones tienes que estar orgulloso de ganar aunque sea con un juego poco vistoso. El San Luis sale del fondo de momento y de cara a la reconstrucción, la afición potosina puede presumir que una vez más el Clásico es auriazul.