No fueron los golpes desde el fondo de la cancha de ningún jugador pero sí que se escuchó un sonido muy fuerte en París. Se trató de un jet de combate que atravesó la barrera del sonido e hizo que toda la ciudad luz, incluído Roland Garros, y sus suburbios sintieran semejante estruendo.
Los vecinos de la ciudad reportaron que los edificios se movieron aunque no hubo ningún tipo de humo ni fuego.
En el Bois de Boulogne, durante el partido entre Stan Wawrinka y Dominic Koepfer, el sonido se escuchó bien fuerte y ambos jugadores pararon el partido por el asombro que les generó.
"Se reportó un sonido muy fuerte en la región parisina. No fue ninguna explosión sino que se trataba de un jet de combate atravesando la velocidad del sonido", confirmó la policía de la capital francesa.