En el futbol potosino, los momentos de gloria han sido efímeros pero memorables, sin embargo, entre los momentos más aciagos destaca, aún entre las desapariciones y ventas de franquicias, destaca en especial el día en que la aventura en Primera terminó de golpe y porrazo producto de la inestabilidad en los banquillos y jugadores. La temporada 2003-2004, fue amarga, pero también significó un momento de unión entre el equipo y la afición. 

El regreso a Primera fue muy dulce para San Luis, con un Marcelo de Feria inspirado, José Enrique García derrochando talento y Edwin Santibañez ofreciendo gran sacrificio en medio campo. Aquel equipo cosechó triunfos categóricos en el Apertura 2002 como un increíble 6-3 a los Pumas, un 3-0 a Monterrey y un 4-2 a Veracruz, para un meritorio onceavo lugar. 

Para el Clausura 2003 una racha de 5 sin ganar le costó el puesto a Juan Antonio Luna tras un derrota por 3-1 ante los futuros campeones de aquel torneo, los Rayados de Passarella; al relevo llegó Pilar Reyes que no pudo levantar el barco y cayó ante Toluca por 3-2 e igualó ante Atlas en la última fecha. Con solo 20 puntos en el torneo, el equipo se comprometía en la porcentual. 

Para el el 2003, llegó Abel Alves al banquillo; el argentino prometía mucho en su discurso, pero fue un desastre. Solo fueron dos victorias, para once puntos en un torneo que finalizó Wilson Graniolatti en el banquillo. La situación estaba en alerta roja y el Clausura 2004 era el momento de sacar la casta. 

Refuerzos como Martín Rodríguez, Christian Patiño, ‘Rambo’ Sosa y la base del Ascenso como De Faria y José Enrique, San Luis apostó por todo en la batalla con Tecos y Puebla para salvarse de la quema. Con 12 puntos en 7 jornadas, todo parecía marchar bien, sin embargo, una racha de derrotas en fila le costó el puesto a Graniolatti y la llegada de un hombre de confianza de Grupo Televisa, Carlos Reinoso. 

La mala racha poblana y un triunfo ante Gallos en la 16 por 3-0, y un empate ante los Tigres de Silveria y Gaitán, por 3-3 en el Volcán dieron vida a los Potosinos que ante un lleno total en el Lastras se jugaban la vida ante Toluca. 

Martín Rodríguez adelantó al San Luis al 18, De Feria se perdió el 2-0 al 44 y ante un Toluca con 10 tocó sufrir hasta el final, cuando los típicos apagones del Lastras hicieron de las suyas para alargar la emoción. Al regreso de la luz, Mario Méndez igualó el partido y en la última jornada era necesario un milagro. 

América hizo su parte y venció a Puebla, pero San Luis fue endeble ante el Rebaño del Bofo y una derrota por 4-1 fue el final de dos años llenos de altibajos en Primera División. Fue todo para un equipo de época que tuvo su revancha unos años después aún bajo el mando del ‘Metro’ con la llegada de nuevas figuras, pero esa es otra historia.