‘Jugadores y directivos van y vienen, pero la afición siempre estará ahí’, fueron las palabras de dos fervientes seguidores que viven y saben que el Clásico nunca será un partido más. El auriazul dando color al Estadio, los cánticos, las banderas y el carnaval recibieron al Atletico en su casa, dejando claro que ante Gallos nunca será un partido más. 

La rivalidad se vive desde la previa, en tu hogar nunca hay que dejar que se imponga el rival porque como lo dice la voz del respetable, ‘la experiencia de medirse al rival es incomparable’. Si en la cancha no se gana, se hará en la grada, la batalla en la cancha y en la tribunas son aquellas que no se pueden perder. 

‘Se vive con pasión y locura’, y así fue, la conexión del estadio y los suyos fue una sinergia perfecta; regresó el auriazul, la identidad y, al menos por un partido, se sintió la nostalgia del ayer en el Coloso de Valle Dorado. La casa siempre se defenderá a muerte y en el Clásico no hubo lugar a las dudas.