Hablar de la rivalidad entre San Luis y Querétaro, es hablar de dos equipos acostumbrados a sufrir, a las largas sequías y a las efímeras, pero muy gloriosas etapas de triunfos. Dos aficiones incondicionales que han tenido que sufrir desapariciones, descensos, compras de franquicias y diversos caminos en su andar por el futbol profesional en México.
Un pasado común los une: el ir y venir de franquicias. San Luis Potosí ha visto a la Trinca Tunera, a los Auriazules, a los Santos, los Cachorros, al Club San Luis y los Atléticos. Por su parte, en Querétaro el futbol profesional data de los cincuentas, desde entonces ha sido un ir y venir de equipos, nombres, motes y jugadores. En la década de los setentas, con la reciente creación de la Segunda División llegaron a la ciudad dos equipos para esa liga; Los Gallos Blancos de Querétaro y los Estudiantes de Querétaro.
Ambos cuadros congraciaron afición y expectativa, por lo que un empresario local, dueño de una compañía de maquinaria para el campo, adquirió ambas franquicias para mezclarlas con la intención de crear cuadros más competentes, así nacieron los Atletas Campesinos y los Atletas Industriales. Campesinos ascendió en el 80. Al terminar ese mismo año desaparecieron sus hermanos, Atletas Industriales, luego la Federación decidió otorgar la plaza que dejaron a la Universidad Autónoma de Querétaro para que combinara las franquicias desaparecidas en los Gallos Blancos de la UAQ que jugarían en Segunda
Fue en la 80-81, cuando el Clásico tuvo su primer duelo en la Primera. donde se midió al Atlético Potosinos por primera vez. Fue el 9 de enero de 1981 en la fecha 12, cuando en el Plan de San Luis, los queretanos se llevaron la victoria por dos goles a uno. La revancha llegó el 21 de mayo en el Municipal de Querétaro con empate a un gol.
Para el año siguiente, Campesinos mantuvo su dominio y como local venció a los 'Cachorros' por 2-1 en casa; finalmente, el 5 de marzo de 1982, el Clásico entre Atlético y Atletas tuvo su último capítulo en el Plan de San Luis, con victoria para los potosinos con un tanto de Raúl Arias al minuto 17.
Al final de aquel año, los Atletas se fusionaron con el Tampico, manejado por el Sindicato de Petroleros. A principios de los noventas el karma cobraría aquella deuda y los Gallos Blancos de la actualidad despojarían de equipo a los costeños, pero el famoso tractor no regresaría a las canchas.
Tuvieron que pasar 20 años para que Gallos y Auriazules se reencontraran en Primera, pero esa es otra historia.