Parece la imagen de una cancha de fútbol del ascenso o donde tú juegas con tus amigos los fines de semana. Pero no, esto es fútbol de primer nivel.
Una inmensa lluvia cayó sobre Rabat, capital de Marruecos y sede del encuentro entre Cruz Azul y Western Sydney Wanderers FC por los cuartos de final del Mundial de Clubes, y el campo de juego -con un pésimo drenaje- no disipó el agua acumulada jugándose el partido en una verdadera alberca.
Para contrarrestar la mala imagen de un terreno inundado, los organizadores no tuvieron la mejor idea que enviar a unos asistentes a quitarla ¡con esponjas y cubetas! La tecnología de punta se vio en su mayor esplendor en el torneo FIFA más importante a nivel clubes.