El 27 de enero de 1984, Michael Jackson y sus hermanos estaban en el Shrine Auditorium de Los Ángeles. Ahí grabaría el primer comercial luego del contrato que firmó con Pepsi por la cifra récord de 5 millones de dólares.
Todo constaba en la representación de un show. Cuando Michael estaba en eso, de pronto los efectos pirotécnicos funcionaron mal y estallaron en la cara del Rey del Pop. Literalmente prendiendo fuego a su cabeza y dejándolo gravemente herido.
Varias heridas en su cuerpo, especialmente en su cabeza y quemaduras de segundo grado en el cuero cabelludo fueron el saldo del accidente de Jackson. Tuvo que ser sometido a una tercera rinoplastia y comenzó desde ahí un tratamiento para ocultar sus heridas y apaciguar los dolores.
Algunos creen que fue el inicio de su problema con los sedantes. Más allá de eso, Michael donó los millones de dólares de Pepsi por compensación al hospital donde fue cuidado, Brotman Medical Center. Lugar que en su honor, nombraría su unidad de cuidado por quemaduras como Centro Michael Jackson.