En la actualidad, muchas personas están eligiendo la meditación y el yoga, no solo como forma de ejercicio, sino como un estilo de vida alejado de los vicios y acelerados ritmos que muchas veces nos exige vivir en ciudad.
Estas disciplinas, que provienen del budismo y del hinduismo, aunque en gran medida se imparten secularizadas y desconextualizadas, enseñan una filosofía ligada a eliminar la importancia personal y una reducción del egoísmo.
Sin embargo, ahora un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Southampton sugiere lo contrario. Los investigadores reclutaron a 93 practicantes de yoga alemanes y evaluaron lo que llaman “self-enhancement” (lo que podemos traducir como aumento o engrandecimiento del yo). Para evaluar esto completaron pruebas que indican tendencias narcisistas y evaluaciones de autoestima, con resultados que sugieren que la práctica del yoga está relacionada con el engrandecimiento del ego.
Un segundo estudio evaluó de manera similar a 162 meditadores reclutados a través de grupos de Facebook y encontró resultados similares, si bien fueron los practicantes del yoga los que mostraron mayor engrandecimiento del yo. Los investigadores concluyen “ni el yoga ni la meditación aquietan el ego, lo aumentan”. Además sugieren que los beneficios del yoga y la meditación tienen que ver con este aumento del yo, el cual, por su parte, “eleva el bienestar”.