En un hecho histórico, China se convirtió este jueves en el primer país en lograr que alguna sonda o módulo espacial se posara sobre la superficie de la cara de la luna que nunca da hacia la tierra. Ya que la sonda Chang’e-4 -llamada así por la diosa china de la luna- terminó su viaje que comenzó el 8 de diciembre pasado de manera exitosa.
Este terreno lunar siempre ha sido muy misterioso desde los primeros registros conseguidos el 7 de octubre de 1959 por la sonda soviética Luna 3. Pese a que realmente no es “oscuro” porque igualmente le llega luz solar, nunca lo podemos observar desde nuestro planeta y a diferencia de la cara visible, tiene menor cantidad de planicies para alunizar en ella.
La mayor dificultad era la transmisión entre la nave y la central, ya que al rodear el satélite, no hay una línea de comunicación directa. Así que se usó un satélite retransmisor llamado Queqiao, que fue lanzado en mayo, para apoyar al Chang’e-4.
Ahora China planea llevar el otro año una sonda nueva al lugar para extraer piedras y analizarlas.