El sueño de muchos es ganar algún día la lotería y convertirse en un feliz millonario que le dice adiós a las deudas y las preocupaciones, pero lo curioso es percatarse de que uno es millonario sin habrse dado cuenta.
Aunque resulte extraño, es lo que le ocurrió a Cornelius Naujoks de Whitecourt, Canadá, quien se convirtió en millonario luego de ordenar su escritorio.
Todo comenzó cuando Cornelius comenzó a hacer limpieza en su despacho y vio que había algunos boletos de lotería sin revisar. Grande fue su sorpresa cuando fue a la agencia de juegos de azar y vio que uno de ellos estaba premiado.
“No podía creerlo cuando escaneé el boleto y todos esos ceros aparecieron en la pantalla”, dice este hombre que recibió un premio de 1 millón de dólares canadienses, cerca de 800 mil dólares estadounidenses.
El boleto lo compró en diciembre del año pasado, pero debieron pasar nueve meses para que se cobrara el premio. “Me gustaría comprarme un Ford Mustang GT.”, confezó Cornelius a Edmonton Journal.