Después de años de tramitación y de un preámbulo que parecía favorable para la instauración del aborto legal hasta las 14 semanas de gestación en Argentina, la Cámara del Senado de ese país finalmente rechazó la petición a la nueva norma.
Durante la madrugada del jueves 9 de agosto, el conteo de los senadores finalizó en 38 rechazos, 31 votos a favor y 2 abstenciones.
Según la BBC, la religión y los argumentos moralistas fueron dos de los factores decisivos para este resultado. Y es que antes de votar, 60 discursos fueron emitidos por parlamentarios, expresando distintas posturas sobre el tema.
1.- Religión
Argentina fue de los primeros países en legalizar derechos de corte progresista como el voto femenino y el matrimonio homosexual, pero eso no significa que la influencia de grupos conservadores sea reducida.
Este es el país de origen del papa Francisco, quien no se pronunció sobre el caso argentino, pero dijo dos días después de la votación en Diputados que el aborto es “homicidio de niños” comparable con “lo que hacían los nazis por la pureza de la raza.”
Como en todos los países latinoamericanos, la mayoría de los argentinos (70%) se consideran católicos, según varias encuestas, y recientemente ha aumentado la cantidad de adeptos a grupos evangélicos (casi el 10%).
2.- La representatividad en el Senado es, en su mayoría, conservadora
En regiones como el norte, por ejemplo, la influencia política y social de la Iglesia es mayor, mientras que en Buenos Aires, donde está un tercio de la población, la gente es más progresista o liberal.
Muchos creen que con el relevo generacional en el Congreso, donde los legisladores menores de 40 años aprueban de forma abrumadora el aborto, lo más probable es que tarde o temprano se apruebe una ley de interrupción del embarazo de plazo.
3.- El guiño del gobierno
El promotor de este debate en el Congreso fue nada menos que el presidente, Mauricio Macri, un conservador en lo ideológico que ha declarado estar “a favor de la vida”.
4.- El argumento moralista
El argumento principal que presentaron los defensores de la ley fue que esto se trata de un tema de salud pública, que amenaza a miles de mujeres, que está basado en números, ciencia, datos.
Los críticos del proyecto apelaron al argumento moral: el aborto es matar, dijeron, y acá se trata de “salvar las dos vidas”.
Hasta hace unos meses, las encuestas registraban que la mayoría de los argentinos apoyaban despenalizar el aborto, pero en medio del debate la balanza se ha equilibrado con un aumento del rechazo de entre 10 y 15%.