Se dio a conocer la noticia que Koko, la gorila que aprendió a hablar por lenguaje de signos, murió a los 46 años de edad en su refugio protegido en las montañas de Santa Cruz, en California, Estados Unidos.
En el comunicado de prensa dado por la Fundación Gorila explican que -“Koko tocó miles de vidas como embajadora de todos los gorilas y que era un icono de la comunicación entre especies. Ella era amada y será extrañada“-.
La capacidad de Koko para el lenguaje y la empatía abrió muchas mentes y corazones. De hecho, ha aparecido en diferentes documentales y tuvo la oportunidad de estar dos veces en la portada de la revista National Geographic.
Koko nació el 4 de julio de 1971 con una increíble capacidad de tener un aprendizaje rápido y gracias a eso, pudo comunicarse con los humanos a través del lenguaje que ella misma entendió. El diario ABC cuenta que la gorila informaba a los visitantes del zoológico por el lenguaje de señas que no le dieran alimentos, así como relatan la historia cómo adoptó un gatito el cual fue su regalo de cumpleaños, el cual se llamó ‘pelota’.
Koko no era una simple simio, porque enseñó mucho a los humanos sobre la capacidad afectiva de los gorilas reaccionando con sensibilidad a distintos momentos de la vida. Llegó a aprender palabras como ‘gato’, ‘llanto’ o la frase ‘tengo pesar’.
En tan sólo 2 años, Koko pudo aprender más de 80 palabras. Tanto fue su impacto mediático que pudo conocer a varios músicos y actores a través de la Fundación Gorila. En 2016, la fundación publicó un vídeo donde está tocando el bajo junto a Flea, bajista de los Red Hot Chili Peppers.
Igualmente ha conocido actores como Robin Williams que compartió varias palabras acerca de lo extraordinario que le pareció alguien como ella -“Koko entiende el inglés hablado y usa más de mil signos para compartir sus sentimientos y pensamientos sobre los eventos cotidianos: la vida, el amor e incluso la muerte. Fue increíble e inolvidable”-.
La Fundación Gorila anunció que honrará la memoria y legado del primate con proyectos en curso que incluyen un santuario para gorilas en Maui, Hawái, la conservación de la vida salvaje en el África o el desarrollo de una aplicación para teléfonos sobre el lenguaje de señas.