La música se lleva en la sangre y no tiene por qué esperar años de estudio, o trayectoria, para desarrollarse. Prueba de ello es lo que hizo hace pocos días un pequeño llamado Little Fonzie, de apenas 8 años, en Estados Unidos.
Durante un concierto en Nashville, Tennessee, la producción de la gira Concrete and Gold Tour, subió a Fonzie al escenario para que mostrara sus dotes como músico. Sin miedos y con total soltura, el niño se apoderó de la batería de Taylor Hawkins con un solo que duró varios minutos.
“Aún sigues tocando, ¿me puedes devolver mi concierto?“, le dijo en un momento Dave Grohl. “No somos una guardería”, dijo otro de los músicos.
Entre risas, el pequeño bajó del escenario y se paró al lado de Grohl para estrechar su mano y dar las gracias a todo el estadio.
¡Aplausos para él!