La contienda electoral en Costa Rica tiene el apellido Alvarado. El candidato Carlos del partido oficialista de centro-izquierda Acción Ciudadana (PAC), venció con el 60 % de los votos al conservador y evangélico Fabricio, abanderado del partido Restauración Nacional (PRN).
Los Alvarado no sólo compitieron por la presidencia del país centroamericano, sino que además compartieron su juventud en las aulas de clase, en la misma facultad y en la misma especialidad, enfocada al periodismo político.
Carlos es exministro, escritor, amante de la música y considera que los valores de inclusión social deben ser la batuta del nuevo gobierno. Pero, ¿quién es y qué más tiene para ofrecer a Costa Rica?
¡Gracias Costa Rica! #EsPorCostaRica
— Carlos Alvarado Q. (@CarlosAlvQ) 2 de abril de 2018
Carlos Alvarado, Presidente Electo de la República de Costa Rica, 2018-2022 pic.twitter.com/8m0vUn4aOI
A favor de la comunidad LGBT
Carlos Alvarado es el primer candidato en incluir el matrimonio igualitario a nivel constitucional, pues apoya la reforma que permitiría dichos enlaces matrimoniales y la inclusión social de las minorías en Costa Rica en general, como los discapacitados y homosexuales, postura que ha sido criticada por el sector conservador en el Congreso y por la población cristiana.
Su opositor, Fabricio, acaloró el tema del matrimonio igualitario durante las elecciones ya que se declaró abiertamente en contra de la inclusión social de la comunidad LGBTI.
Presidente rockero
Carlos, de 38 años, es el presidente más joven en la historia de Costa Rica y también es un fiel apasionado del rock; incluso lideró la banda Dramatika durante sus años como universitario. Durante su faceta de músico amateur, compuso canciones de rock que hablaban de igualdad social (¿el Alex Lora costarricense?)
Mientras el sector conservador de Costa Rica rechaza su postura, Carlos Alvarado promueve la reforma que permitiría los matrimonios homosexuales.
Intelectual y funcionario
Como escritor destacó con la publicación de tres laureadas novelas que lo consagraron como el ganador del premio editorial nacional en 2006. Ya como funcionario público trabajó como ministro de trabajo en esta última administración, hecho que le dio popularidad a nivel nacional.
A pesar de que formó parte de un gobierno que fue acusado de corrupción por el “cementazo”, que involucra al gobierno tico y a empresas constructoras por la desaparición de un préstamo millonario, se mantuvo durante las campañas electorales como un candidato carismático y también a pesar de que el PAC estuvo por debajo tanto en las encuestas.
Posición política
A pesar de la polémica del “cementazo”, Carlos pudo deslindarse y convenció a su electorado en la “renovación” del PAC a través de las promesas de combatir a la pobreza, la corrupción y fomentar el desarrollo de programas ambientales, educativos y sociales.