Política y religión

Dice el proverbio popular que de política y religión no hay que discutir, pues se pierden amistades y se rompen familias pero, ¿no es el dialogo respetuosos lo que deberíamos practicar? y, de ahí, tener encuentros en equilibrios que ayuden a la mejor convivencia, fundada en el bien pensar y el bien hacer.

Como nos hace falta civilidad a las personas que habitamos esta gran Nación para mejorar. Reclamamos y pelamos por mejorar pero a la vez nos lo negamos, pues una cosa es solo hablarlo y otra muy diferente es practicarlo. Aún nos falta mucho.

¿La fiesta democrática que presumimos? ¿Término? Parece que ya no hay más que presumir, cuando menos en algunas algunas partes de nuestro Estado. Las diferencias partidistas, se acentúan y lastiman la civilidad , también la integridad física.

No termino de entender las reacciones de muchas personas que se quieren matar literalmente por las épocas electorales. No entendemos que, si habría que buscar mejores formas de vida, también la corresponsabilidad es desde la individualidad y un deber.

Los reclamos verbales en este proceso electoral, no se han hecho esperar y, de ahí pasar a los golpes, lastimándose por defender a candidatos que la inmensa mayoría de la gente conoce, pero que, los candidatos verdaderamente, por un lado no conoce a la inmensa mayoría de las personas que pelean y por otro, tampoco sabrán honrar sus promesas, salvo honrosas excepciones.

La esperanza de una vida mejor, debe estar cifrada en la cultura del esfuerzo y el trabajo y no, en promesas electoreras que históricamente se hacen y que la inmensa mayoría no se cumplen. Por ello, hemos salido de la competitividad en las economías mundiales. Desde luego habrá ignorancia exclamando que eso que importa. Me traiciona el espacio para explicar cómo nos han robado hasta los sueños de ser autónomos y aspirar a ser mejores cada día.

¿Que otra explicación tiene la pobreza que se padece en nuestro País? Si la historia fuese diferente, seguro estoy que nuestra economía fuese de las más fuertes del planeta Tierra y, no lo es.

Cada tres o, seis años pensamos que el momento electoral es el bueno para salir de las necesidades apremiantes de la vida pero, la realidad nos golpea con fuerza, desilusionando nuestras esperanzas. El trabajo todo lo puede. Insistir, persistir, nunca desistir.

Es el trabajo, la preparación, la disciplina y la persistencia es lo que nos asegura una forma de vida mejor. Los cimientos de la construcción del plan de vida serían fuertes y resistentes a los embates de la economía Nacional y Mundial.

@jaimechalita