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Ciencia, más fácil de aprender de lo que la gente piensa

David Medrano | Plano Informativo | 28/04/2024 | 15:04

San Luis Potosí, SLP.- En una sencilla lata de aluminio de un refresco convencional, adaptada, con el agregado de sus módulos respectivos, puede desarrollarse un nanosatélite que responde a diferentes usos, lanzado hacia la estratosfera, a solo 40 kilómetros desde la Tierra.  Así empieza el conocimiento de la Ciencia.

Cuando Aurea Patricia Medrano Montalvo estaba apenas en segundo año de la educación secundaria, su profesor invitó al grupo a un simple ejercicio con la gravedad: cómo evitar que un huevo se estrellara en el suelo, en una caída desde un segundo piso. Respuesta, un paracaídas. El reto en la innovación era cuáles materiales utilizar, o el diseño más adecuado, para que la caída fuese más suave, y el huevo permaneciera intacto.

A sus 30 años de edad, los últimos 10 dedicados a la divulgación de la Ciencia, Aurea Patricia ahora estudia un doctorado en Ciencia y Tecnología del Espacio, en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Elctrónica (INAOE) en Cholula, Puebla, heredera de una tradición científica que data de 1942.

"Cuando empiezas a buscar,  a tratar de entender, a encontrar respuestas a las cosas, nace un científico", dice varios años después del ejercicio sencillo con la fuerza de gravedad.

Egresada de Telemática, en la Universidad Politécnica de San Luis Potosí, el conflicto bélico en Ucrania le impidió realizar una Escuela de Verano en la Agencia Espacial Rusa.

En su investigación, que realiza en el doctorado que cursa en el INAOE, busca desarrollar mayor resistencia y eficacia en los materiales de las antenas de los satélites en órbita espacial, a temperaturas extremas, las que puede haber en un planeta como Mercurio, que pese a su cercanía al sol, no se ha derretido.

Aurea Patricia retoma el ejemplo de la lata de gaseosa y su explicación: Con inversión, un objeto de apenas 10 centímetros, puede convertirse en un nanosatélite que capture cuáles zonas costeras de México tienen mayores concentraciones de sargazo y evitar su proliferación.

Aurea Patricia Medrano Montalvo forma parte de Axio, una red de divulgadores de la Ciencia que, con ejemplos prácticos, han hecho por formar una cultura científica en San Luis Potosí.

Desde las Noches Astronómicas en el Museo Laberinto, la Marcha de las Ciencias, o en los foros de Recreación en Cadena realizados por la Red Mexicana de Ciencia Recreativa, Axio ha contribuido para ver que lo que comúnmente se cree complicado o muy difícil, no es así: "Es un falso estereotipo pensar que se tiene que tener un dominio, o ser muy bueno en matemáticas para dedicarse a la ciencia, cuando no es así".

Aurea Patricia explicó que es una falla en el modelo de enseñanza, se pide memorizar fórmulas, métodos, pero no el aprendizaje en el ejemplo práctico: "Hay frustración de chiquitos, cuando no te aprendes de cajón la tabla de multiplicar del 7, y crecen pensando en evitar matemáticas o estudiar ciencias, es como un trauma, que cambia cuando se enseña a pensar en cómo es que esas multiplicaciones son sencillas, no te aprendes la tabla, aprendes a pensar que es una secuencia lógica de números, con un orden".

Un cohete de propulsión que puede elevarse hasta 40 metros de altura, el 0.1 por ciento de la altura que necesita un nanosatélite, se elabora en casa con un envase de plástico, con una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre, cuya reacción química lo eleva hacia el cielo.

En el reciente fenómeno del eclipse solar, Medrano Montalvo volvió a pensar qué tuvo que pasar para que la luz del sol, estuviera oculta por el satélite lunar, en movimiento de traslación como también lo hace el planeta Tierra. Y coincidir.