Pbro. Lic. Salvador González Vásquez | 28/04/2024 | 02:05
El día, que verdaderamente amemos, ya podremos superar la sensación de vacío.
Cuando vivamos en el amor, ya no tendremos ese dejo de insatisfacción.
Ya que, el amor traducido en obras, le da sentido a la existencia.
Dice el apóstol Juan: “Hijos míos: No amemos solamente de palabra, amemos de verdad y con las obras”. (1Jn.3,18).
No digas: “te amo”, mientras no estés dispuesto a poner por obra, lo que estás diciendo
No hay que abusar del lenguaje; para no emitir palabras sin sentido.
Alguien dijo: “Obras son amores, y no buenas razones”.
No prometamos, lo que no vamos a cumplir. Eso, es abusar del lenguaje.
No hay que hablar, partiendo de un sentimiento pasajero.
Porque el amor verdadero, es sentimiento, pero también compromiso.
Los hechos, son una señal de amor; porque los dichos, nunca serán suficientes.
El verdadero amor, es lo que da sentido a la existencia; que llena los vacíos, y nos hace sentir plenos.
El apóstol, dice a continuación: “ … y delante de Dios tranquilizaremos nuestra conciencia de cualquier cosa que ella nos reproche, porque Dios es más grande que nuestra conciencia y todo lo conoce”. (1Jn. 3).
El que vive amando, y vive creyendo en el amor, ya podrá superar sus temores. Porque el amor es tan grande, que vence cualquier temor.
El amor, es más grande que cualquier reproche.
Pero, amar es un acto sobrenatural. No podemos amar, sin contar con la ayuda de Dios.
Ya lo dice el Evangelio: “… el que permanece en mi y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mi nada pueden hacer”. (Jn.15).
Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez.